Está en Colombo, capital económica de Sri Lanka, y con sus 73 metros de altura presume de ser el árbol de navidad artificial más grande del mundo. Construido con metales, maderas recicladas y con un presupuesto de 200.000 euros. La polémica que ha levantado es casi tan grande como su altura.Y es que ni siquiera la iglesia católica local veía con buenos ojos semejante derroche en un país de mayoría budista y en el que casi el 40% de sus habitantes viven en condiciones de pobreza.
Cuando un ministro de Sri Lanka decidió construir el Árbol de Navidad más alto del mundo para crear armonía entre las religiones de la isla, poco se podía imaginar que el proyecto desencadenaría un conflicto con la Iglesia católica.
El proyecto, se encontró con la oposición de la Iglesia católica local, que consideraba que el dinero debería haberse destinado más bien a obras de caridad.
Afortunadamente la paralización de la obra duro apenas una semana; ya que el Ministerio de transporte y puertos llegó para rescatar la navidad argumentando que la financiación del proyecto procedía de donativos privados.
La estructura mide 73 metros, está hecho de acero e iluminado con ¡más de 600,000 luces!. Según declaró el exministro, todo surgió como una bonita idea de los trabajadores del puerto de Colombo, quienes les hacía mucha ilusión que su país apareciese en el Libro Guinness de los Récords y más tarde, fue apoyado por todo el país.
La estructura fue encendida el 23 de diciembre de 2016 e iluminó la capital hasta el 31 de diciembre. El esqueleto del árbol estaba formado por cables de acero, revestido de cortezas y piñas naturales. El proyecto costó 11 millones de rupias (casi 61 mil euros).
Su creador, Mahinda Nanayakkara, afirma con satisfacción:
“Estoy contento de haber llevado el nombre de mi país al libro del Guinness World Record, gracias a mi capacidad de innovación y al espíritu de grupo”.