Los kioskos tradicionales suelen estar construidos con una estructura principal de metal, generalmente hierro forjado o acero, ese material aporta resistencia y durabilidad frente a las condiciones del exterior, ya sea como la lluvia, el viento o el sol, en muchos otros casos, el metal se trabaja con detalles que le dan un estilo clásico y decorativo, típico de los kioskos ubicados en plazas antiguas o centros históricos, como en las lámparas, la cubierta, los marcos lo hacen en diferentes diseños, los barandales entre otros diseños.

