Muchos objetos que están bajo el mar están expuestos a la humedad y al oxígeno, la formación de óxido o el acto de corrosión se vuelve inevitable, si lo que se sumergirá está hecho de cualquier tipo de metal. Es por ello que el uso del acero inoxidable es una necesidad para completar aplicaciones marinas, por su resistencia sin igual a la corrosión o al óxido. Ningún otro material puede protegerse a sí mismo contra estos problemas como lo hace el acero inoxidable.