El proceso de producción de acero se lleva a cabo en una fábrica con la infraestructura diseñada para su fabricación, utilizando las principales materias primas que consisten en hierro y carbono. Para combinar estos dos metales, las materias primas deben calentarse a una temperatura muy alta. El mineral de hierro debe calentarse y esencialmente fundirse en un gran horno ubicado dentro de la fábrica de acero, y el hierro fundido se libera de las imperfecciones de otros componentes. Una vez finalizada esta fase, se añaden otros elementos al hierro para crear acero.