Los comederos comunitarios para perros callejeros parten del noble objetivo de dar agua, comida, y en algunos casos, refugio a aquellos canes que deambulan sedientos y hambrientos por la ciudad.
Esta iniciativa ha cobrado cada vez más fuerza en lugares donde abundan animales sin hogar o en situación de abandono, de manera que, aunque no puedan ser adopados o protegidos directamente por una persona, al menos puedan contar con agua y comida.