Laminas y Aceros

Elaborado con trozos de hierro, este gigante títere se volvió uno de los más grandes atractivos de la Noche Blanca. Conocido como el Gigante de la Fura que durante la 16a edición de La Noche Blanca causó magia y entretenimiento. 
Un títere de 18 metros de altura que se mueve por medio de grúas y cuerdas, manejado por 8 personas. Sincronizado por el ritmo de la batucada y sus movimientos le da un toque especial al espectáculo.   

Fue alrededor de 1517 cuando nuestros ancestros mayas notaron la extraña apariencia de personas con peculiares y distintivas voces caminando en sus asentamientos. Estas personas fueron conquistadores españoles que exploraron el continente americano y querían saber más sobre nuestra tierra, aunque el idioma era uno de los obstáculos para entender la cultura y las ciudades. Las dificultades de contacto entre los mayas y los españoles fueron el origen del nombre "Yucatán". Con palabras mayas como "Ma'anaatik ka t'ann", "uh yu ka t'ann" y "Ci u t'ann", los conquistadores fueron interpretando poco a poco lo que decían los indígenas a su manera y llegaron a su propia nombres para identificarlos.

Los trabajos de rehabilitación en el paso a desnivel no se ha detenido y aprovechando la tregua que dieron las lluvias se ha logrado continuar en los trabajos de rehabilitación del distribuidor vial.

Como sabrás, Yucatán se caracteriza por su gastronomía y claro no puede faltar la famosa; Cochinita Pibil. ¿Te haz preguntado en qué se prepara? A continuación te explicamos como se prepara  esta deliciosa comida.

La jarana yucateca es un baile y una forma musical originarios de la Península de Yucatán, México. “Jarana” según el diccionario quiere decir jolgorio, bullicio, diversión ruidosa de la gente del pueblo. En la época de la Colonia durante los siglos XVII y XVIII, en la Península de Yucatán los españoles y los criollos solían decir despectivamente cuando empezaban las fiestas populares: “ya empezó la jarana”. El pueblo indígena entendió esto como si se refiriera a la música que se tocaba durante las festividades y atribuyó el nombre como genérico a los sones que se interpretaban. Fue así que el baile regional de Yucatán adoptó el nombre de Jarana.