Inicialmente podemos indicarte que es muy fácil confundir el microcemento y el cemento pulido, pero son cosas muy diferentes. El cemento pulido y el microcemento son utilizados principalmente como revestimientos decorativos en construcción. Su aplicación se observa mayormente en paredes y pisos. Existen ciertas diferencias entre ambos materiales. Por ejemplo, el cemento pulido es un material artesanal, elaborado en obra con cemento Portland, arena y agua; el microcemento, de aspecto suave y liso, es un producto industrializado formado por una mezcla cementicia mejorada para facilitar su puesta en obra y reducir los espesores de aplicación.
Ambos acabados en la actualidad están siendo muy utilizados, todo ello, principalmente por el tema de la decoración industrial. El cemento pulido fue el primer material que se empleaba en suelos de establecimientos de tipo comercial, oficinas o naves industriales. Cuando estos locales se convirtieron en vivienda o loft, este tipo de revestimiento se convirtió en una buena opción para la vida diaria. Este acabado no sólo aporta estética, sino también resistencia y comodidad.
Por otro lado, el microcemento nació como solución a los problemas del cemento pulido, y poder, entre otras cosas, utilizarlo también en paredes y muebles de obra. Básicamente, en su composición se lleva a cabo un proceso de pigmentación y su espesor no supera los 3 milímetros ( caso contrario en el cemento pulido cuenta con un mínimo de 5 centímetros).