Los medios de transporte marítimos o fluviales tales como pequeñas embarcaciones o incluso grandes navíos se desplazan siguiendo el flujo de la corriente del agua, con ayuda de de un motor o con la fuerza del viento.
No obstante tanto el flujo natural de un río o el oleaje del océano puede generar desplazamientos indeseados para las embarcaciones de manera que para evitar que sean arrastrados y para realizar una parada definitiva se emplea el uso de anclas.