Laminas y Aceros

Cierto día un sabio profeta y su discípulo salieron de paseo al bosque, mientras caminaban en su curso se encontraron con el hijo de un rey de tierras cernas, este los detiene y les dice:

Amor:

En un pueblo pequeño vivía un campesino con su familia, ellos eran de escasos recursos, no les alcanzaba para comer y tampoco tenían pertenencias que pudieran vender. 

En la hacienda de Chocholá vivía un curandero llamado Porfírio y su esposa  Balbina, en aquél pueblo se repartieron ejidos o campos de cultivo; sin embargo a Don Porfírio no le tocó ninguno, y guardó una gran envidia y rencor por las demás personas del pueblo.

Nunca había conocido a alguien como ella, tan hermosa y real, no se como pasó, pero me enamoré, lo hice profundamente, y aunque no creía en las historias de amor hoy les cuento la mía.

 Cuando era apenas un niño mi abuelo solía contarme muchas historias, entre todas esas narraciones nocturnas hubo una que me llamó mucho la atención esta se llamaba “La leyenda de Sac-Nicté” que en maya quiere decir "flor de mayo" o flor blanca, quizás muchos conozcan diferentes versiones de la historia pero el viejo me contó la siguiente:

En un pueblo del Estado de Yucatán vivía un joven caporal que cautivaba la atención de todas las mujeres, todas ellas querían estar siempre cerca de él, en aquel lugar también vivía una muchacha muy hermosa, ella era tan delicada y tranquila, muy diferente a las demás, es por eso que llamó la atención del caporal y con el paso del tiempo este fue enamorando a la joven llenándola de detalles hermosos para captar su atención, esta sede y cae ante él.