Laminas y Aceros

El origen de la palabra  viga proviene del latín biga, que significa "carro de dos caballos".  En ingeniería o arquitectura, la viga o trabe se refiere a un elemento estructural lineal que trabaja principalmente a modo de flexión.

El posible efecto de deformación en el acero estructural (flexión) provoca tensiones de tracción y comprensión, produciéndose las máximas en el cordón inferior y en el cordón superior respectivamente. Con el paso del tiempo este movimiento puede causar desgaste en la viga y es cuando se hace necesario un mantenimiento preventivo. Algunas veces se puede optar por la rehabilitación de estructuras en lugar de una construcción nueva.  A continuación te mencionaremos algunos métodos a los cuales puedes recurrir para mantenimiento de vigas. 

1. Recrecimiento de vigas:  Aunque suene extraño agrandar una viga, ¡si es posible!  El recrecido de la sección se considera una solución inmediata. Es una manera de abaratar costos y añade armadura a la flexión.  Sin embargo, como cualquier otro método presenta la desventaja principal de que la pieza debe prepararse con anticipación y algunas veces por su posición esto se hace complicado.
2. Refuerzo con láminas:  De los métodos más utilizados, permite de manera inmediata el refuerzo externo de la viga mediante la aplicación de láminas de acero galvanizado en el caso de que se puedan presentar problemas principalmente provocados por un déficit de capacidad a flexión. Las láminas adheridas funcionarán como un cuerpo interno que absorberá el exceso de deformación al que no pueda hacer frente la viga por sí misma. Es un método sencillo y rápido de aplica.
    
3. Refuerzo con perfil de acero: Es una tercera opción, cuando ya se intentó con recrecimiento o con el refuerzo en láminas.  Es una opción más costosa, pero proporciona mayor seguridad a la pieza a reparar.  Al igual que en los casos anteriores, añadir nuevos perfiles metálicos a una viga de hormigón ya existente requerirá una correcta adherencia para que su acoplamiento sea óptimo. 

Según sea el elemento original (madera, acero o concreto) de la viga, varia el posible mantenimiento o refuerzo que se aplique, así mismo como su durabilidad.

  Su capacidad de soportar durante toda su vida útil las  diferentes condiciones físicas y/o químicas a las que se verá expuesta es lo que definirá su durabilidad. Lo importante es mantener un programa preventivo para evitar daños considerables en la estructura original.

Puedes apoyar tu lectura con lo siguiente: Vigas en la construcción.

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Fuente: Structuralia