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La composición del cable está hecho con un material tan fuerte que es capaz de absorber el desgaste y esfuerzos causados por el contacto con poleas, tambores y otras superficies. De este modo, el cable de acero es un material que se compone por alambres de acero, estirados en frío, trenzados en espiral, formando unidades denominadas tirones.
El diseño que tienen los cables de aceros, ha sido ideado para que cada alambre tenga la libertad de movimiento junto con los otros alambres que lo conformaran, de hecho, mientras más alambres conformen este elemento, mayor será su flexibilidad y resistencia en esfuerzos elevados; logrando el objetivo de transmisión de movimiento, fuerzas y energía de forma eficaz y efectiva.
Este es un elemento generalmente que está elaborado en acero al carbono o acero de baja aleación y para cables de acero ideales para ambientes críticos, lo ideal es que estén construidos en acero galvanizado o inoxidable, evitando de esta forma el deterioro por el contacto con agentes ambientales.
Cabe mencionar que también se lubrica durante su proceso de fabricación de modo que cubra todos los alambres. Una buena lubricación ayuda a proteger los alambres de la corrosión, pero sobre todo permite que los alambres se muevan mejor mientras el cable está trabajando y de esa manera se acomoden para compartir mejor la carga de trabajo. Es recomendable aplicar lubricante al cable de forma periódica.
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Fuente: alfo
