Como cualquier tipo de acero, al trabajar con el tipo inoxidable podemos lograr diversos acabados de acuerdo al estilo o vista que queramos dar a nuestra pieza o trabajo total. Sin embargo, es necesario que antes de tomar la decisión del tipo de acabado a conseguir tengas presente que es necesario regirnos bajo ciertos parámetros para poder lograr un éxito en el trabajo final.
El acero inoxidable es una aleación del acero de bajo carbón cuyo contenido de cromo (mínimo requerido del 11% de su peso) es clave para su durabilidad y versatilidad. Una capa invisible de óxido de cromo se adhiere a la superficie del acero para proteger al metal de la corrosión y, en caso de daño químico o mecánico, éste se auto-genera, al momento de hacerse presente el oxígeno. Elementos tales como el molibdeno, níquel, y nitrógeno, pueden ayudar a mejorar aún más las propiedades únicas de este tipo de acero.
La siguiente es una guía básica a seguir para lograr el mejor acabado en acero inoxidable:
- La higiene es lo básico y esencial al momento de empezar a trabajar una pieza; recordemos que el acero inoxidable puede alterar sus valores mecánicos al contacto con ciertos elementos contaminantes. Esta contaminación de la superficie no sólo afecta negativamente la estética del acero; sino que también, puede afectar su rendimiento. Algunos de los ejemplos más comunes que pueden afectar tu pieza son el acero al carbón, químicos, pintura, grasas, inclusive metales como, zinc, plomo, aluminio y latón.
- Determina el acabado de allí depende todo lo demás; debes trazar un plano de cada etapa que requiere tu pieza; evitando de esta manera que se puedan producir errores que puedan dañar la apariencia que deseas lograr.
- Si la pieza requiere soldadura, se debe utilizar la adecuada para inoxidable ¡solamente! Al momento de remover soldadura de la superficie, elige con cuidado el abrasivo. Utilizar uno demasiado grueso puede desgastar de más la superficie y esto traerá como consecuencia que se imposible el desvanecimiento y corres el riesgo del daño total de la pieza.
- Utiliza las herramientas eléctricas adecuadas para el trabajo. Es muy importante considerar la forma geométrica de la pieza de trabajo ya que ésta impone ciertas restricciones en cuanto al tipo de herramienta para ser utilizada. Por ejemplo, una esmeriladora de tubos será mejor para trabajar en un tubo circular recto, pero hacerlo en una esquina interior requerirá de una esmeriladora fileteadora para soldadura. Lo más adecuado entonces es tener una esmeriladora de velocidad variable para obtener los mejores resultados.
- Las prácticas de seguridad en todo trabajo industrial son necesarias. Cuando se trata de trabajar el metal con herramientas eléctricas y abrasivos, la seguridad es un aspecto muy importante a considerar. Acatar las adecuadas reglas de seguridad no sólo previene accidentes, daños, fatalidades y paros de trabajo, también mejoran la salud y bienestar de los operarios, así como la calidad de trabajo y por ende, la productividad. Vigila tu ojos (careta protectora o lentes), manos (guantes adecuados), oídos (tapones u orejeras) y calzados de seguridad.
Finalmente, debes limpiar, abrillantar, y proteger tu pieza según sea el uso final que se le vaya a dar; procesamiento de alimentos, equipo farmacéutico, o cualquier otro tipo de producto.
Puedes consultar estos temas en: Diferentes tipos de aceros inoxidables; Soldadura para acero inoxidable.
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