Laminas y Aceros

Para todos los que nos desarrollamos en la industria de la construcción es innegable la versatilidad del acero y cómo éste  material permite a arquitectos e ingenieros la ejecución de trabajos con mayor libertad para alcanzar sus visiones verdaderamente ambiciosas.

El acero nos permite construir estructuras más resistentes, durables y adaptables, las cuales se pueden lograr en menores tiempos.  Los beneficios de diseñar o fabricar con este material son infinitos, desde naves industriales mayores y gran espaciamiento de las estructuras, maximizar la superficie útil de los espacios interiores que pueden ser constantemente adaptados.

Sin embargo, una inversión de gran índole requiere su permanencia y estabilidad en el tiempo; y es ahí donde interviene el "mantenimiento de estructuras": es el trabajo realizado para mantener, restaurar o mejorar todas las instalaciones, es decir, cada parte de un edificio, sus servicios y alrededores a un estándar actualmente aceptable y para mantener la utilidad y el valor de la instalación.

Con el pasar del tiempo, todas las obras están expuestas a sufrir desgastes y daños, debido a condiciones externas o cuando se hace un uso indebido de ellas. El mantenimiento en las estructuras de acero constituye un aspecto realmente importante y no debe ser pasado por alto, ya que puede prolongar el período de vida de la estructura. 

Recordemos que una edificación está expuesta a la intemperie, y diferentes factores atmosféricos. Además, internamente también se producen ciertos escenarios causantes de descomposición, ésta causa daño y, nuevamente, el daño invita a una mayor descomposición y por último, lo resume a una estructura inservible y ruinosa.  ¿Has tenido la oportunidad de estar en una estructura que sus cimientos o paredes suenan como lamentos en el tiempo? , pues te presentamos la respuesta: "falta de mantenimiento".  

En estructura se pueden aplicar 3 tipos de mantenimientos:

1. Mantenimiento de rutina: Nos referimos a aquel que se realiza de manera esencial para mantenerla funcional y protegerla contra el deterioro temprano. Recordemos que un edificio está hecho de diferentes partes en diferentes ubicaciones y está hecho de diferentes materiales. Todos estos son susceptibles a la descomposición natural debido al envejecimiento. Durante el diseño, la vida útil de los miembros se asume con un mantenimiento normal. Existen actividades que deben realizarse diariamente y otras periódicamente Ejemplo de ello podemos mencionar: limpieza de áreas comunes, inodoros, sanitarios, ventanales, pasillos y puertas de oficinas,  instalaciones eléctricas, pintura, madera, etc.                       
2. Mantenimiento preventivo: Comprende todas las actividades que se requieren esencialmente para hacer que la estructura sea fuerte, sólida y capaz de resistir el deterioro. El mantenimiento preventivo de una estructura significa mejorar la calidad de la construcción y hacerla más duradera y funcional. La adecuada selección de materiales, mano de obra calificada, diseños adecuados contra posibles calamidades naturales, son sólo algunos aspectos que recaen en un mantenimiento preventivo. 
3. Mantenimiento correctivo: Es posible que un edificación haya cumplido con las medidas preventivas y sus adecuados mantenimientos de rutina, igualmente existe la posibilidad de que puedan presentarse daños que requieren acciones correctivas.  El mantenimiento o las reparaciones correctivas son la eliminación de cualquier parte deteriorada o dañada de la estructura o la eliminación de cualquier defecto en la estructura. 

Dar mantenimiento a las estructuras de acero es importante para ampliar su período de vida, además de que estas revisiones garantizan la seguridad de todos los usuarios. Cualquier actividad de mantenimiento debe determinar la correcta causa y raíz del defecto o daño para eliminarlos correctamente.

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Fuente: ESMETEVA