Laminas y Aceros

Desde el lanzamiento del primer teléfono inteligente, la vida cambió radicalmente para todo ser humano en la tierra; hoy día la forma de interactuar con las industrias es diferente. Los consumidores se relacionan de manera directa con el producto o servicio que requieren para satisfacer sus necesidades. La industria de la cosmética no es indiferente a esta evolución tecnológica; han llegado al punto en que las principales compañías trabajan arduamente para desarrollar aplicaciones que puedan facilitarnos la vida, con el único objetivo de hacernos lucir más bellas; así como también, inventar, diseñar  y desarrollar aparatos inteligentes que nos ayuden a cuidar de nuestra salud y belleza. 

Las marcas de belleza utilizan de todo, desde inteligencia artificial (IA) hasta realidad aumentada (RA) para mantener a sus clientes comprometidos en un mercado ferozmente competitivo.  Las necesidades de belleza siempre han existido, pero la tecnología ha traído como consecuencia a clientes más exigentes; demandando productos más personalizados y precisos.

Existen marcas cosméticas que han encontrado en la inteligencia artificial (IA) la posibilidad de dar respuesta a los  colores de bases para el rostro exactos y personalizados; LÓreal y Lancome son sólo algunas marcas que utilizan estos métodos para llegar a clientes más minuciosos. ¿Cómo lo hacen? Primeramente, utilizando un colorímetro de mano para dar con el tono de piel, luego se pasa esta información a un scáner digital. 

Los resultados se ejecutan luego a través de una computadora que utiliza un algoritmo en donde se pueden elegir alrededor de 20,000 tonos diferentes. 

Finalmente, el resultado que arroja la computadora, se envían a una máquina que mezcla la combinación exacta.  Sin embargo, es importante resaltar que el costo de esta exigencia es elevado si lo comparamos con las bases con colores exactos.

Marcas como Sephora y Garnier, están haciendo uso de la realidad aumentada para ofrecer a sus clientes en línea pruebas de compra que perfeccionen su experiencia ("Try on" /pruebalo). Las mejoras en el reconocimiento de imágenes y en la tecnología de seguimiento facial están haciendo que estas superposiciones digitales sean más precisas. 

¿Cómo funciona? La aplicación funciona midiendo dónde se encuentran tus labios y ojos en tiempo real, luego rastrea los puntos de las características faciales para que sepa dónde colorear los cosméticos. 

Te permite también, a través de tutoriales maquillarte digitalmente y hacer que los tonos de color coincidan con los tuyos.  La desventaja que se presenta en esta aplicación es que no pueden considerarse como un sustituto de las pruebas de productos en tiempo real, en cuanto a textura, color u olor.

El "e-maquillaje"  es una de las últimas tendencias en tecnología de la  belleza.   No implica el uso de cosméticos reales.  Inspirados por la locura que producen los los filtros (RA)  de  Snapchat e Instagram, los artistas del "e-make up" te permiten descargar  "looks" (imagenes) de maquillaje extravagantes para mejorar tu ser digital.  El objetivo es hacer que las fotos y los videos se puedan compartir en línea, y muchas de sus creaciones digitales de maquillaje se han vuelto virales.

Otro ejemplo de dispositivo inteligente al servicio de la cosmética es el patentado por  Dior, el " Skin Analyzer", un "gadget" que escanea tu rostro y te diagnostica en 8 segundos un cuidado facial –con productos de la marca.   El aparato evalúa seis indicadores: la perfección, el resplandor, la cantidad de grasa, el brillo, la firmeza y la hidratación. 

Partiendo de la base de que todos los "gadgets" se pueden conectar a internet, no es novedad que tanto grandes empresas tecnológicas como pequeñas, focalicen sus esfuerzos en nichos en los que la tecnología puede hacer la vida más simple.  El uso de un teléfono inteligente nos ofrece mil y una posibilidades virtuales. ¡Ya no hace falta imaginar! Basta con ver el resultado en la pantalla del móvil. 

Estos son solo algunos ejemplos de la relación cada vez más estrecha entre belleza y tecnología, y es que ella nos proporciona herramientas adecuadas para conseguir la personalización de la oferta que le llega al cliente. Adicionalmente, mejora la orientación y el asesoramiento que éste recibe, con consejos basados en cientos de datos recogidos por distintos dispositivos.

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Fuente: BBC