Este planeta pareciera que es sacado de una película de ciencia ficción, sin embargo, se trata nada más y nada menos del estado natural de uno de los muchos planetas increíbles que existen y que poco a poco la humanidad está descubriendo.
Este exoplaneta (planeta fuera de nuestro sistema solar), denominado Wasp-76b, orbita tan cerca de su estrella principal que sus temperaturas ascienden por encima de los 2400ºC, temperaturas suficientemente altas como para evaporar los metales. Posteriormente, los fuertes vientos de su atmósfera llevarían este vapor metálico, de hierro por lo general, a la cara nocturna del planeta, más fría y donde se condensaría en gotas de hierro.
El exoplaneta (Planeta fuera de nuestro sistema solar), está a 640 años luz de la Tierra, está tan cerca de su estrella que solo le toma 43 horas completar su rotación.
Otra característica interesante de este objeto es que su cara visible siempre está apuntando a su estrella, un comportamiento que los científicos llaman acoplamiento de marea o rotación sincrónica. La Luna de la Tierra hace exactamente lo mismo: solo vemos un lado de ella.
Esto significa que el lado diurno (Perteneciente o relativo al día) permanente del planeta Wasp-76b se está rostizando de manera constante.
De hecho, esta parte debe ser tan caliente que todas las nubes estarían dispersas y las moléculas de su atmósfera divididas en átomos individuales.
Además, la diferencia extrema de temperatura entre las partes iluminadas y no iluminadas del exoplaneta generaría vientos feroces, de hasta 18,000 kilómetros por hora, explica el equipo del doctor Ehrenreich.
Mientras usaban el ESPRESSO (Very Large Telescope-VLT-del Observatorio Europeo del Sur -ESO), los científicos detectaron una fuerte marca de vapor de hierro en la frontera nocturna del Wasp-76b, o donde el día le da paso a la noche en ese planeta.
Pero cuando el grupo observó la transición a la mañana, la marca de hierro desapareció.
"Lo que suponemos es que el hierro se condensa en el lado nocturno, que, aunque es caliente y alcanza los 1.400°C, es lo suficientemente frío como para que el hierro pueda condensarse en forma de nubes, como la lluvia, posiblemente como gotas. Estas podrían caer en las capas más profundas de la atmósfera a la que no podemos acceder con nuestras herramientas", asegura Ehrenreich.
Su inusual nombre proviene del sistema de telescopio Wasp, liderado por Reino Unido, que detectó este nuevo mundo hace cuatro años.
El científico Don Pollacco de la Universidad de Warwick, quien forma parte del equipo que lo descubrió, sostiene que es difícil imaginar mundos tan exóticos.
"Este planeta orbita tan cerca de su estrella, esencialmente está bailando en la atmósfera exterior de esa estrella y está sujeta a todo tipo de física que, para decirlo sin rodeos, realmente no entendemos", le dijo a la BBC.