Han pasado ya varios siglos desde que se inició la construcción con acero estructural, pero hoy podemos decir que los avances en materia de construcción han sido un logro del ingenio humano sumado a las herramientas tecnológicas; esta combinación a contribuido a que hoy día se puedan observar grandes cambios en la arquitectura e ingeniería moderna; lo que ha venido a aportar mejores técnicas y métodos de construcción.
Cuando nos referimos a un edificio con estructura metálica es hablar de un un completo sistema; y la estructura es sólo una elemento dentro de este sistema. Es un cuerpo construido en diferentes perfiles metálicos para
diferentes trabajos. Es un esqueleto diseñado para resistir las cargas permanentes y temporales en las edificaciones. Cargas que deben entenderse como: las cargas muertas generadas por el peso propio del edificio y las cargas temporales como las cargas vivas, producidas por los muebles, personas, viento, agua, nieve, sismos y la propia temperatura interna y externa. En base a lo anterior, queda asentado que la estructura debe tener la suficiente resistencia para atender todas las cargas; como un efectivo amarre y arriostramiento que asegure la eficacia de la construcción a lo largo de su vida útil.
Todas las estructuras metálicas están formadas por diferentes elementos, o perfiles simples, que unidas entre sí logran formar barras compuestas de una edificación. Esta resistencia global sólo se puede lograr si garantizamos la correcta unión de los elementos y la transmisión de esfuerzos de unos a otros.
Las uniones, o las también denominadas, costuras de fuerza tienen la misión fundamental de transmitir cargas de un perfil a otro, o de una barra a otra, y uniones o costuras de simple acoplamiento a aquellas cuya misión principal es la de mantener unidos entre si los perfiles que forman una barra compuesta.
Roblonado: consiste en un remache que tiene una espiga con un diámetro establecido de acuerdo a lo que se vaya a emplear, donde la cabeza de asiento se introduce en el material de manera tal que se enlaza con la otra pieza y así se forma la segunda cabeza y esta efectúa el cierre de unión. Al colocar esta segunda cabeza se forma un remache que se transforma en un roblón (de allí el origen de su nombre), esta segunda cabeza de cierre se forma mediante la acción de estampar.
Tornillos de alta resistencia: Este tipo de uniones se realiza con tornillos denominados de alta resistencia; apretados fuertemente con el fin de establecer una reacción de rozamiento entre las superficies y sacar ventaja del efecto que se produce entre las partes para la transmisión de esfuerzo entre los perfiles.
Soldadura: En la actualidad la soldadura se realiza de diversas maneras; aprovechando el calor generado por la combustión de un gas, generalmente acetileno, en una atmósfera de oxígeno; por el generado por el paso de una corriente eléctrica aprovechando el efecto Joule o el producido por el calor desarrollado en un arco eléctrico. En la actualidad estos son los procedimientos mayormente empleados industrialmente, aunque incluyen diversas variantes que en nada afectan su naturaleza esencial.
Mediante el empleo de estos tres sistemas básicos se pueden soldar toda clase de metales y aleaciones, con muy pocas excepciones. Las uniones soldadas son muy poco deformables y rápidas de ejecutar, sin embargo requieren de personal altamente calificado, protección en obra y un alto control de calidad para evitar futuras roturas frágiles o por fatiga de la pieza. Lecturas que puede interesarte sobre este tema: Soldadura elemento fundamental en estructuras ; Técnicas de soldaduras.
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Fuente: Arquitectura en acero