Laminas y Aceros

La llegada del verano nuestra casa puede convertirse en un lugar poco agradable durante la temporada. El calor acumulado, la falta de ventilación adecuada y el uso excesivo de aparatos eléctricos pueden hacer que el ambiente interior se vuelva sofocante. Por suerte, existen múltiples estrategias para mantener una temperatura confortable sin depender exclusivamente del aire acondicionado. Desde la ventilación cruzada y el uso inteligente de cortinas, hasta soluciones más sostenibles como el aislamiento térmico y los sistemas de refrigeración pasiva, mantener una casa fresca en verano es posible con algunos ajustes sencillos.

•  Mantén las persianas y cortinas cerradas durante el día.

Las cortinas térmicas o de colores claros son especialmente útiles, ya que reflejan parte del calor y ayudan a conservar un ambiente más fresco sin necesidad de recurrir a sistemas de climatización.

• Ventila la casas durante las horas más frescas del día.

Aprovecha las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde, cuando las temperaturas externas son más bajas. Abre ventanas y puertas de manera estratégica para crear una corriente de aire que refresque naturalmente los espacios. Si vives en una zona donde la temperatura nocturna baja considerablemente, dejar las ventanas abiertas durante la noche puede ser una excelente forma de "enfriar" la casa para el día siguiente

• Apaga o mantén al mínimo electrodomésticos y equipos eléctricos.

Muchos dispositivos electrónicos, como televisores, computadoras, microondas, e incluso lámparas incandescentes, emiten calor mientras están en funcionamiento. Durante el verano, es una buena práctica apagar aquellos aparatos que no estés utilizando. Si no puedes prescindir de ellos, trata de reducir su uso en las horas más calurosas del día. Además, puedes optar por iluminación LED, que genera mucho menos calor que las bombillas tradicionales, ayudando a mantener el ambiente más fresco.

• Coloca toldos, sombrillas o parasoles en el exterior de tu hogar

Las zonas exteriores, como balcones, terrazas o ventanas que reciben la mayor cantidad de sol directo, pueden ser protegidas con toldos, sombrillas o parasoles. Estos elementos ayudan a bloquear la radiación solar antes de que llegue a las superficies de la casa, lo que reduce el calor interno y mejora la eficiencia energética.

Implementando estos sencillos consejos, podrás disfrutar de un ambiente mucho más cómodo y fresco durante los meses más calurosos, sin necesidad de depender exclusivamente del aire acondicionado.

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Fuente: Clima Salud