El queso relleno es uno de los tantos platillos típicos de Yucatán, mismo que a través del tiempo, ha sabido colocarse como uno de los alimentos favoritos tanto de turistas como de los residentes.
Ya sea por sus deliciosos ingredientes o por su preparación artesanal, este platillo típico es considerado un auténtico símbolo del mestizaje, ya que incorpora ingredientes que no son originarios de la región, pero que a través del tiempo se han vuelto indispensables en la cocina Yucateca.
El queso relleno es hoy en día la máxima expresión del arte gastronómico de Yucatán ya que incluso ha sido considerado superior a la cochinita pibil.
Los orígenes del queso relleno son inciertos, pues el queso con el que se elabora proviene de Holanda; tradicionalmente se elabora con la cáscara del queso Edam o queso de bola como también se le denomina, que previamente fue vaciada a través de una abertura raspando el contenido o como dirían en Yucatán haciendo koy.
Se rellena con un embutido de picadillo de cerdo, pasas, alcaparras y otros frutillos. Además de las especias, el queso con el relleno se cuece en un caldo, o salsa de harina de trigo y maíz que en maya se conoce como Kol o bien, puede cocerse a baño maría, y se sirve en el mismo caldo acompañado de una salsa de tomate.
Nadie sabe con certeza cómo llegó el queso Edam holandés a esta parte de México: algunos lo atribuyen a las rutas comerciales del Caribe (o incluso a un barco con destino a las Antillas holandesas desviado); otros afirman que los ricos propietarios de haciendas yucatecas que cultivaron henequén, una fibra utilizada para hacer cuerdas, lo trajeron de sus viajes europeos. En cualquiera de los casos; está aquí para quedarse.
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Fuente: México desconocido