El día de hoy queremos hablar de un diseño constructivo muy peculiar, nos referimos a los "puentes tibetanos". Los puentes son un claro ejemplo del progreso e ingenio de la humanidad. Nos reflejan las grandes mentes creadoras detrás de la ingeniería civil. Se dice que los primeros puentes de la historia fueron simples troncos de árbol caídos de manera fortuita sobre un arroyo o barranca natural.
Según cuentan los historiadores no se tiene con certeza quién o cuándo se originaron los puentes; por el contrario podemos decir que con el pasar de la humanidad este medio de comunicación fue evolucionando y fue mejorando su capacidad de soporte. Sin embargo, si se toma como referencia que cuando los grandes imperios pretendían dominar territorios a través de guerras, se vieron obligados a construir puentes para trasladar soldados y armas de guerra.
Retomando al tema de hoy, el uso de los puentes tibetanos se remonta a siglos atrás, cuando las comunidades locales utilizaban esta técnica para cruzar valles, ríos y otras formaciones geográficas difíciles de atravesar. Los primeros puentes tibetanos eran muy básicos y se construían con materiales locales, como madera y lianas. Con el tiempo, las técnicas de construcción se han refinado y los materiales utilizados ahora son más duraderos, como acero y madera tratada. Este tipo de puente se originó en las regiones montañosas del Himalaya, que se extiende por partes de Nepal, India, Bután, China y Tibet. De hecho, este tipo de puente adopta el nombre tibetano por el origen del mismo.
El proceso de construcción de un puente tibetano generalmente comienza por la fijación de cables de acero a ambos lados del terreno que se requiere conectar, a través de anclajes en la roca o en estructuras de hormigón. Luego, se suspenden los cables principales sobre la abertura, generalmente mediante torres de soporte, y se aseguran con anclajes adicionales. Una vez que se han colocado los cables principales, se unen a ellos los cables secundarios que sostienen los tablones de madera o de acero si se requiere mayor durabilidad y estos formarán la plataforma del puente por donde transitarán los peatones. Los peldaños se fijan a los cables secundarios mediante ganchos y cadenas de acero, y se ajustan para crear una superficie plana y segura para caminar. Por último, se instala el sistema de barandillas y se realizan las pruebas necesarias para asegurar la estabilidad y seguridad del puente.
Alrededor del mundo puedes encontrar diferentes ejemplos de esta ingeniería civil, los más impresionantes se encuentran principalmente en el Tibet; sin embargo el Sky Bridge ubicado en la República Checa es el más largo con 721 metros. El de Canillo, Andorra es el segundo más largo con 603mt. y el tercero sería el enclavado en Castelsaraceno, en la región de Basilicata, provincia de Potenza, Italia con 586mt.
Los puentes tibetanos se construyen siguiendo estándares de seguridad y calidad muy estrictos, para garantizar que sean lo suficientemente resistentes para soportar el tráfico humano y animal que puedan recibir. Estas monumentales estructuras requieren de un gran trabajo y esfuerzo para su construcción y mantenimiento posterior.
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Fuente: Expansion