En la comercialización de productos existe siempre un agente emisor (el productor) y un agente receptor (el consumidor). En esta interrelación participan otros otros elementos importantes que en muchas ocasiones es de suma conveniencia conocer; nos referimos a la tan nombrada "certificación de productos".
El término como tal, se refiere a la actividad mediante la cual una organización, comprueba y asegura por escrito que los productos realizados por un fabricante cumplen con todos los requisitos de calidad especificados. En el proceso de certificación se incluyen un gran número de actividades, las mismas van a depender del tipo de producto a certificar. Entre ellas, podemos mencionar la supervisión de los procesos en los ensayos del desarrollo y fabricación de los productos.
No existe un único certificado de calidad. Existen muchas y variadas certificaciones de calidad, en función de los productos y las características que se exigen a los productos y/o servicios que aspiran a ellas.
Actualmente, cualquier producto puede optar por una certificación; los más notables son los materiales de construcción, eléctricos, y productos en el área alimenticia.
Cuando una empresa ofrece productos amparados por certificados de calidad logra hacer una diferencia ante sus competidores:
- Reconocimiento en el mercado.
- Confianza y fidelidad de sus clientes o consumidores.
- Mínimas posibilidades de entregar productos defectuosos.
- Proyectos elaborados con productos que cumplen altos estándares de calidad; lo que permite lograr medidas adecuadas de seguridad.
- Compromiso de los proveedores por entregar productos de excelencia.
- Facilita la comercialización de los productos que están sometidos al cumplimiento de un reglamento técnico.
Sin duda alguna todas las empresas buscan ofrecer productos o servicios de gran calidad. De esta manera, aseguran la confianza de sus consumidores, gracias a la satisfacción plena de sus necesidades y superando, con creces, sus expectativas de consumo. Es por eso que los certificados de calidad aportan un gran valor a los materiales de la empresa, los cuales se convierten en un justificante de que sus productos cuentan con la calidad adecuada y un producto superior al de otras empresas de la competencia. Apostar por la calidad de un producto es un factor altamente estratégico, pieza fundamental en un entorno cada vez más competitivo. Así, las empresas consideran cada vez de más de importancia que esa oferta de productos de valor sea validada y reconocida mediante un certificado de calidad que valida la garantía de los productos.
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"Preocupate por la calidad de tus productos, muchas personas no están preparadas para la excelencia y tu los puedes sorprender" ...Steve Jobs
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Fuente:Emprendepyme