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La producción de acero cada vez se vuelve más exigente en cuanto a ofrecer procesos de mejores estándares con sus usuarios y con el medio ambiente; sin sacrificar las exigencias de técnicas del producto final.
Esto significa que es cada vez más importante para la industria del acero poder ofrecer soluciones avanzadas y personalizadas que tengan un impacto positivo en esta amplia industria. Es por esta razón que hoy queremos referirnos a la primera planta en el mundo que se establece para producir hidrógeno sin el uso de combustibles fósiles que permite calentar el acero antes de pasar al proceso de laminado.
El pionero en este proyecto es Ovako, empresa líder en Europa en la fabricación de acero y uno de los mayores recicladores de acero en los países nórdicos. La planta se encuentra establecida en Hofors, Suecia. La experiencia que antecede a esta compañía es de gran relevancia en la industria. La misma produce y ofrece productos superiores con alta resistencia y funcionalidad adaptados a las necesidades del mercado.
Como marco de referencia, la fabricación de acero requiere calor intenso en tres etapas de producción: fusión, conformación en caliente y tratamiento térmico. Para producir el laminado en caliente es fundamental elevar la temperatura del material base (laminas, placas o lingotes) a un rango entre los 1000 y 1300 °Celsius para garantizar su maleabilidad adecuada para el laminado. En el pasado, este proceso de calentamiento ha representado un gran consumo energético.
El origen de esta planta se basa en el sistema electrolizador de 20 MW proporcionado por Nel ASA. Estos electrolizadores, pertenecientes a la Serie A de Nel, tienen la capacidad de generar hasta 3,880 Nm3/h de hidrógeno, lo que equivale a un poco más de 8 toneladas diarias. El hidrógeno resultante desempeñará un doble papel al ser utilizado para el precalentamiento del acero en las instalaciones cercanas y como combustible para camiones equipados con células de combustible. Adicional a la producción, el calor residual de la planta se aprovechará para ser utilizado como calefacción del distrito. 
El impacto de esta planta se extiende más allá de la industria siderúrgica, ya que representa una solución tecnológica con el potencial de reducir considerablemente las emisiones a nivel global en diversos sectores.
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Fuente: Ecoinventos
