Humos, un fuerte olor a azufre y temperaturas elevadas son características que a lo largo de nuestras vidas nos han hablado de lo que pudiese vivirse si al morir vas al "infierno".
Pero que tal si te digo que no tienes que perder la vida y si tu curiosidad es grande puedes experimentar lo más cercano a estar en el inframundo.
Se trata de la Ciudad de costera de Beppu, al sur de Japón lugar turístico que por sus atractivos naturales resultan muy llamativos al visitante común. Está pequeña población resulta ser una de las ciudades balnearios más importante del nipón país. La actividad geotérmica que late bajo la tierra de este lugar es lo que hace que a lo largo de su superficie todo se refleje hirviente, aflorando en diferentes partes manantiales termales de agua natural hirviendo que se conocen con "jigoku"; que traducido a castellano viene a ser algo como infiernos producidos por aguas humeantes de altas temperaturas. En este fantástico lugar podrás encontrar 3,000 salidas de agua que expulsan 130.000 toneladas diarias de agua; una cantidad que sólo es superada por el Parque Nacional de Yellowstone (Estados Unidos) y que producen el efecto óptico de que la urbe está sumida en un gigantesco incendio.
En total existen 10 infiernos o jigokus, pero lo que se recomienda para el turista es realizar la Beppu Jigoku Meguri, la ruta que te lleva a conocer los 7 infiernos más bonitos e impresionantes. Al iniciar el recorrido podrás sentir en el ambiente un olor azufre que emerge en diferentes intensidades producto de los pozos volcánicos que se encuentran ocultos en el subsuelo.
Creerías que al entrar en un mundo con temperatura tan elevada encontrarías todo muerto y quemado; muy por el contrario, en éstos infiernos vas a quedar impresionado al ver la naturaleza tan exuberante y viviente que existe tanto en su nivel plano como en las montañas que los rodean. Arboles verdes y muy frondosos, estanques con plantad acuáticas y animales adaptados ya a este medio ambiente.
Cada jigoku o infierno, tiene su propio nombre que refleja sus características propias; Chinoike, Umi, Oniishibozu, Shiraike, Kamado, Yama y Tatsumaki Aunque las temperaturas se sitúan entre 50º y 99.5º; no quiere decir que esos pozos resulten inútiles: mediante la debida canalización y enfriamiento parcial, los japoneses los utilizan para tener agua caliente en hogares y negocios, además de usarse también en otras funciones como terapia, ocio e incluso investigación.
Todo el el recorrido se hace caminando, y puedes pasar por diferentes ambientes que contrastan uno con otro. Piscinas de barro hirviendo que burbujean sin cesar, piedras que emanan vapores de agua, ¡los colores de los infiernos pueden ir desde gris, blanco, verde, azul intenso o un rojo infernal!.
En varias estaciones puedes encontrar los conocidos onsen o ashiyu en japonés, son pequeños espacios estancados con aguas termales en donde puedes descansar tus pies tras las largas caminatas. Por último y de las imágenes más impactantes es ver como estallan desde las profundidades de la tierra toneladas de agua caliente formando un gran géiser que alcanzan a medir de altura unos 30 a 40 metros y su temperatura sobrepasa los 100°C, este hermoso espectáculo de la naturaleza dura alrededor de 10 minutos y se puede observar cada 30 o 40 minutos cuando se repite el proceso.
Existen gradas y una marquesina que protege al visitante del agua hirviendo para evitar el efecto de pulverización. Aunque es importante comentar que existen fuentes en donde se invita a beber agua de los termales, no en vano Beppu es una de las ciudades de Japón en donde viven las personas más longevas y con mucha razón está considerado el sitio donde nació la civilización japonesa.
LINKS: LAMINAS Y ACEROS
FUENTES: Japonismo