Originalmente conocido como Patallaqtae, representa una de las ciudades más enigmáticas ubicada a 80 kilómetros de la ciudad peruana de Cuzco, Perú. Se encuentra a una elevación de 2,453 metros sobre el nivel del mar y rodeado por un majestuoso paisaje montañoso. En su pasado este sitio fue un importante palacio y santuario religioso para los pueblos incas, el mayor imperio de la América precolombina. Este lugar ancestral encierra los secretos.
Son muchos de los cuales podríamos centrar nuestra atención, sin embargo, hoy nos vamos a concentrar en la arquitectura de esta vasta región.
Machu Picchu se asienta en un impresionante área geográfica repletas de montañas. Una de sus características principales es precisamente su bella y sólida arquitectura que la ha mantenido en buen estado tras más de 600 años de existencia.
Para la ejecución de una obra tan majestuosa se necesitó el trabajo de miles de hombres provenientes de los pueblos recientemente conquistados por el imperio, a quienes se les llamaba ‘mitimaes’. La construcción de Machu Picchu obedece a un afán dominador y comercial con los pueblos de la región selva. Fue una ciudad planificada para albergar de 300 a 1000 personas.
Se dice que dentro del sistema constructivo de los Incas se contaban 4 tipos de arquitecturas: El rústico o ‘pirka’, de tipo celular, tipo mejorado, sedimentario o imperial y tipo ciclópeo. Se escogía de acuerdo al tipo de edificio o construcción que se decidiera realizar.
Los materiales utilizados fueron piedra, madera y adobe. Utilizaron como sistema estructural de vigas y apoyos principalmente en madera y recubierto en icchu (tipo de hierba seca o paja ichu (Stipa ichu), un pasto del altiplano andino sudamericano.
Existe un dato muy curioso, en sus construcciones. Las paredes incas son más anchas en la base en comparación con la parte superior. Por ello se concluye que la forma más usada de arquitectura inca es la trapezoidal, el cual le provee estabilidad y sensación de equilibrio. Se encuentran en una zona que presentan constantes movimientos telúricos, dicho método constructivo a permitido conservar la gran parte de sus edificios por más de 500 años frente a fuertes terremotos. Para comunicarse entre edificios, se construyeron un conjunto de terrazas agrícolas conocidas como andenes. Lo que permitía adaptar la difícil geografía montañosa para un correcto trabajo agrícola. Los andenes conforman la mayoría de estructuras arquitectónicas de Machu Picchu. En el interior de sus muros existen varias capas de materiales que facilitaban la absorción y drenaje del agua, como: rocas, arcilla, cascajo, etc. Estas terrazas también cumplían con la función de muros de contención.
En resumen, sus muros presentan una inclinación anti-sísmica que resisten mejor los movimientos telúricos. Sus ventanas y hornacinas están pulidas con una perfección asombrosa. Todo el conjunto arquitectónico armoniza con el paisaje. Actualmente, la ciudad inca es reconocida como una de las 7 maravillas del mundo moderno.
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Fuente: Boleto Machu Picchu