(999) 290 93 87Aunque la tecnología actual nos ha dado herramientas más que suficientes para poder hacer nuestro trabajo de manera más eficaz y sencilla, muchos personas prefieren las técnicas clásicas de llevar a cabo su oficio.
Especialmente para aquellos que realizan oficios tradicionales, por ejemplo los zapateros, modista, carpintero, etc. Y este es el caso de Max Randolph, herrero de profesión, artesano de corazón.
Desde muy joven Max se ha sentido cómodo trabajando con sus manos, y es que la herrería básicamente forma parte de su genética ya que su bisabuelo fue uno de los últimos herreros tradicionales del condado de San Luis Obispo.
Su amor por el oficio empezó cuando apenas tenía 14 años, comenzó con la soldadura y fabricando pozos para barbacoa y piezas utilitarias para familiares y amigos; y continuo hasta la edad adulta, hasta que a los 23 años su trabajo comenzó a ser arte. 
Max estableció su taller en un pequeño rincón de su casa; un cobertizo en el que el acero, vidrio, mármol, madera y otros materiales se convierten en preciosas piezas de arte sacadas directamente del imaginario de Randolph.
Y su imaginación nunca se detiene, ya que todo el lugar está lleno de dibujos a la espera de convertirse en algo más. En sus obras se puede apreciar el amor de Randolph por su trabajo, pues como el mismo mencionas "Me gusta hacer que el acero sea sexy. Quiero que sea fluido, no duro; Quiero que se vea suave" 
Sin embargo no todo es arcaico y tradicional en Max, puesto que, como se mencionó al principio la tecnología nos ha dado las herramientas parta facilitar nuestros trabajos y aunque Randolph no la use para la herrería si la utiliza para promocionar su trabajo.
Sus videos y publicaciones en las diferentes redes sociales sobre sus trabajos y los procesos detrás de ellos, le han hecho acreedor del apodo "Hefesto" por parte de los internautas haciendo referencia al dios de la fragua de la mitología griega.
Fuentes: Max Randolph Studios, New Times
Link: Laminas y Aceros de Yucatán
