Aquellos que tenemos la oportunidad de desarrollarnos en el mundo empresarial muchas veces hemos escuchado el consejo "hay que pensar estratégicamente" sin embargo, hoy después de lograr experiencia, puedo confirmar que ese pensamiento sólo se logra después de haber desarrollado "inteligencia estratégica". Para nadie es innegable que el pensamiento está vinculado a las diversas rutinas mentales, y desde ese origen ejecutamos la acción. Partiendo de este hecho, podemos concluir que la Inteligencia es un estado, el pensamiento es dinámico. Aquel que piensa estratégicamente actúa aplicando Principios Estratégicos. Pero esto no se consigue si primero no hay inteligencia estratégica.
En este mundo globalizado y donde la tecnología avanza a pasos gigantes, estamos cada vez más interconectados. Actualmente se requiere mucho conocimiento, y sobre todo ofrecer valor agregado, y esto lo puedes obtener a través de la inteligencia estratégica.
Hoy día requerimos herramientas adecuadas que nos permitan el desarrollo y crecimiento empresarial, es por esto que la inteligencia estratégica es nuestra propuesta a implementar, ya que se necesita cada vez más el conocimiento acertado nos que ayude a la comprensión de un mundo complejo, dinámico y constante cambio. La inteligencia estratégica ayuda a las organizaciones a identificar ventanas de oportunidad, riesgos y amenazas para dirigir el rumbo de las mismas y para cumplir los objetivos.
Aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad son los principios en los cuales se establece la inteligencia estratégica. Este activo intelectual debería ser un patrón a seguir por todos; desde el ámbito personal al profesional. No es algo que le está reservado a nadie en particular. Puede ser utilizado en negocios, deportes inclusive en el desarrollo militar.
Hablar de ésta estrategia no es referirse a algo recién desarrollado; exiten diversos principios estratégicos que a través de la historia hemos podido conocer. Maquiavelo, uno de sus principales representantes, solía decir: “el fin justifica los medios”, siendo para su época muy polémico; o los relacionados a las estratagemas, o que tal Douglas MacArthur, el famosos general americano que decía: “El soldado es el que primero quiere la paz, ya que él es quien debe sufrir y soportar las más profundas heridas y cicatrices de la guerra”. Todos ellos en su momento, fueron ejemplos del uso de la inteligencia estratégica.
No se puede dudar que las organizaciones que son resilientes serán las que se mantienen en el tiempo pese a los embates de competencias, cambios en el mercado y lo más recientemente vivido, una pandemia. Porque emplean estrategias que les permiten tener dirección sobre sus procesos. Por medio de las unidades de inteligencia se aseguran proteger al capital humano, financiero y la propia reputación de las empresas.
Fuente: Emprendices
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