(999) 290 93 87Tradicionalmente se asocia la ingesta de cerveza y su creación, al menos en nuestro país, a los hombres. Pero... ¿Sabías que las primeras en desarrollar los conocimientos de preparación y composición química de la cerveza fueron las mujeres?, quienes desde hace más de 7000 años ya la preparaban como una bebida alcohólica con fines religiosos, de fiesta o de ocio. Una difamación de la Inquisición convirtió la fabricación de cerveza en una industria masculina, aunque históricamente había pertenecido a las mujeres.
Desde los antiguos egipcios, eran las sacerdotisas del faraón quienes elaboraban dicha bebida, esta costumbre también se podía ver en los vikingos donde las mujeres se encargaban de producir bebidas y alimentos que calentaran el cuerpo contra los fríos extremos..
En Europa, esta receta se pasó también a los monasterios y conventos, donde las monjas tenían la encomienda de hacer cerveza para los sacerdotes y demás monjes con los que compartían el claustro. El siglo XVI marcaría un cambio radical en esta larga historia de producción cervecera, cuando las mujeres serían borradas del mapa.
Durante la Edad Media, este producto era barato y accesible para complementar la dieta de las familias europeas. Como era fácil de hacer, se producía y vendía directamente en los mercados.
A las mujeres encargadas de vender esta cerveza se les veía con sombreros puntiagudos y escobas, para limpiar sus locales y mantenerlos limpios, así como para poder ser mas visibles en los mercados donde vendían sus productos. Generalmente se las encontraba paradas frente a calderos de dimensiones considerables, en los que fermentaban la cebada para producir cerveza y acompañadas de gatos que les ayudaban a mantener libres de ratones sus cocinas.
Esta venta de cervezas les permitía generar ingresos que en ocasiones hacia posible que no dependieran de un hombre para mantenerse. No es casualidad que estas características se le atribuyan en el imaginario colectivo a las brujas: mujeres malvadas, desagradables e inadaptadas socialmente que tenían la intención única de dañar a los hombres con sus encantamientos demoníacos.
Con el inicio de la inquisición en Europa, se le adjudicaron a la mujer roles mas estrictos de comportamiento que satanizaron cualquier función social que se saliera de ellos.
El hecho de que las mujeres pudieran ser comerciantes y llevar las finanzas de los hogares sencillamente rebasaba el entendimiento de la Iglesia. Por esta razón, tan pronto como ganó fuerza en Europa, el catolicismo satanizó y asesinó a cuanta emprendedora se encontrara fuera de su concepción de mujer.
La condena de brujería implicaba tortura y muerte. Las mujeres tuvieron que abandonar la industria, que fue tomada por hombres a la fuerza. Muy pronto, incluso, verlas beber el mismo producto que habían "pergeñado" (idear o ejecutar una cosa con cierta habilidad) se consideraba como un pecado —y el estereotipo de bruja se afianzó en el imaginario colectivo occidental.
Fuente: El papel de las mujeres en la cerveza
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