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El polvo del Sahara o la "capa de aire del Sahara" ("Sarahan Air Layer", SAL por sus siglas en inglés) es una masa de aire muy seca y cargada de polvo que se forma sobre el Desierto del Sahara a finales de la primavera, durante el verano y temprano en el otoño, y se mueve usualmente hacia el Océano Atlántico Norte de 3-5 días.
Esta capa puede extenderse de forma vertical entre los 1.500 a 6.000 metros (5,000 a 20,000 pies) de altura en la tropósfera y está relacionada con cantidades grandes de aire muy seco y cargado de polvo.
Se estima que el arribo de este material estará afectando gran parte del territorio américano, especialmente el norte, centro y el Caribe. Aunque se ha detectado que en algunos países de sur del continente como Venezuela y Colombia han podido palpar el paso de esta gran nube. 
El polvo del Sahara está conformado de pequeñas partículas de arena nacidas en el Desierto del Sahara. Dicho fenónemo dura solamente una semana y recorre más de 10 000 kilómetros.
Cada año cientos de millones de toneladas de polvo se recogen de los desiertos de África y se transportan a través del océano Atlántico. Ese polvo ayuda a construir playas en el Caribe y fertiliza los suelos en el Amazonas, es una aportación de micronutrientes para el ecosistema terrestre y marino. Por otro lado, puede reduce la formación de nubes, lo que permite que no haya posibilidad de que se desarrollen ciclones. 
Su paso por México no representa gran peligro para las personas; sin embargo, puede si afectar a aquellas que sufran de alguna afección respiratoria. Sólo por precaución se recomienda que durante los días del paso de la nube se evite exponer a las concentraciones de polvo y estar en resguardo bajo techo. Se deben cerrar las entradas de aires durante los tormentas. Si por necesidad se requiere salir, cubrir ojos y nariz. 
En territorio mexicano, la nube pasará por la península de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas. El Amanecer y el atardecer podría tornarse en tonos rojos debido a la interacción de los rayos solares con las partículas de polvo.
Si deseas apreciar este fenómeno natural, se recomienda seguir su paso por los diferentes medios de comunicación o redes sociales y no exponerte.
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Fuente: Milenio
