El daño estructural se refiere a los daños que hay dentro de una construcción, lo que no se ve, pero que podría poner en riesgo la seguridad de la edificación y las vidas de los habitantes de estas.
Cuando se posee una edificación se debe tener conocimientos básicos de cómo detectar posibles daños o imperfecciones estructurales.
El daño en estructuras puede ser causado por fenómenos naturales, o también por la acción humana al darle un uso inadecuado, poner peso excesivo para el cual no estaban diseñados los materiales, fallas en la cimentación, por falta de mantenimiento o bien por construir de manera incorrecta y sin asesoramiento técnico adecuado.
Entre los fenómenos naturales que pueden afectar a una construcción podemos considerar a los fenómenos geológicos (sismos, volcanes, deslizamientos de tierras y hundimientos) y a los fenómenos hidrometeorológicos (huracanes, lluvias torrenciales, desborde de ríos, e inundaciones).
Los factores como sismos, asentamientos, años de antigüedad, humedad, desgaste natural o por cambios de uso o deficiencia de la construcción, debilitan la resistencia de las estructuras.
A continuación te explicamos algunos de los posibles factores que pueden influir en el deterioro estructural:
LA HUMEDAD
La humedad estructural es la principal 'enfermedad' de edificios, viviendas y construcciones en general. La humedad puede ser de obra, ambiental, accidental, capilar, condensación, o filtración. Puede causar pérdida de solidez en los muros de carga y afectar la seguridad de los mismos. La humedad asciende por las paredes de mampostería porosa o permeable, afectando a revestimientos exteriores y al interior. Este tipo de problemas son producidos principalmente por el fenómeno de la capilaridad, a partir de la acumulación del agua en el terreno que provoca la filtración en los cimientos del edificio. Las temporadas lluviosas también representan otro elemento adicional; la acumulación de lluvias producen otros daños tales como: grietas, goteras, manchas de humedad, el desarrollo de mohos, bacterias y malos olores en el ambiente. Los daños estructurales pueden aumentar hasta un 50% en esta temporada.
La humedad puede afectar materiales de construcción como madera, acero, cemento, pintura, y mampostería en general. Para evitar esto daños se recomienda hacer revisiones periódicas y resanar con impermeabilizantes y otros materiales aislantes.
SISMOS, MOVIMIENTOS DE TIERRA
Los movimientos de tierra o sismos, son movimientos que pueden presentarse repentinamente en diferentes direcciones. Los sismos someten a las edificaciones a distintas fuerzas para las cuales pueden estar o no preparados. Los movimientos radicales de tierra pueden ser de alto peligro para los habitantes de las construcciones; así como también generar daños estructurales y no estructurales.
Cuando se excede la resistencia de los elementos estructurales en la edificación se sufren daños como agrietamientos, aplastamientos o grandes deformaciones que pueden llegar a causar incluso el colapso (el derrumbe total del edificio).
La verificación de daños debe incluir todos los elementos que son estructurales (nos referimos al esqueleto del inmueble) y los que no lo son (aquellos que pueden causar caídas de materiales, tales como divisiones). Los elementos estructurales, en su mayoría son vigas, columnas, losas, en estos casos hay que estar muy atento, de que los elementos no deben estar alterados, en el caso de no estructurales, se consideran muros divisorios, en este caso las grietas son comunes y no representan mayor problema para la estructura.
Generalmente después de un sismo se presentan varias réplicas. Aun siendo de menor magnitud, éstas actúan sobre estructuras o materiales que han sido deteriorados o están inestables, por lo cual es muy importante hacer una revisión de la edificación.
En el caso de presentarse grietas debemos tener en cuenta la magnitud de la misma. Una grieta menor a 2 mm no es peligrosa a menos que sea generalizada. Si la grieta es de entre 2 mm y 5 mm se recomienda reparar la grieta rellenándola. Si es generalizada en muchos lugares de la casa, se recomienda no habitarla hasta que sea revisada. Si es de 5 mm a 1 cm, se recomienda no habitar la zona de la casa cercana al daño, y ver si se puede reparar inmediatamente. En caso que la grieta sea mayor a 1 cm, se recomienda abandonar el inmueble hasta que sea revisado.
AÑOS DE ANTIGÜEDAD
Las edificaciones no están aisladas al daño o deterioro del tiempo. El concreto, ladrillo, adobe incluso el acero tienen un tiempo de vida útil. Cada tipo de material que se utilice se debe medir en tiempo y en efectividad para evitar problemas de daños estructurales a largo plazo. El adobe por ejemplo se estima que su vida útil empieza a reducirse a partir de los 5 años de su instalación.
Pueden existir diversas causas que incrementan la posibilidad del deterioro en una construcción, pero el debido mantenimiento y cuidado del inmueble puede ser escudo adecuado para evitar su daño posterior.
“Un edificio tiene dos vidas. La que imagina su creador y la vida que tiene. Y no siempre son iguales” Rem Koolhaas.
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