En este blog podrás encontrar las razones por las que la bujía puede estar en mal estado, para mejor referencia puedes visitar Bujías de cobre. Esta es una pieza que permite que genere la chispa para lograr una explosión en los motores de gasolina. Las bujías son unas piezas alargadas que se encuentran en el interior de los cilindros del motor, y tienen como misión generar una chispa eléctrica que produce una explosión en un motor de combustión cuando se mezclan el combustible y el aire.
Algunas de las señales que se debes tomar en cuenta para un cambio de bujías son las siguientes:
Bujía negra: hay una mala combustión y se produce un exceso de hollín en la punta de la bujía, zona donde se genera la chispa. Aquí puede haber un problema en la riqueza de la mezcla (se inyecta más combustible de la cuenta).
Bujía con aceite: si hay una fuga de aceite del motor, no sólo saldrá un humo del escape, si no la punta de la bujía tendrá un exceso de aceite y no producirá chispa.
Bujía con agua: puede haber una fuga del refrigerante que puede que puede entrar por los segmentos de los cilindros y afectar directamente a la creación de la chispa.
Bujía con desgaste: este elemento está formado por materiales como el vidrio y el hierro, que son bastante duraderos. Sin embargo, las bujías también tienen otra pieza más delicada, como es el electrodo, que es lo que más se desgasta. Es la pieza que está en contacto directo con la cámara de combustión y la que tiene que soportar las altas temperaturas del motor.
Bujía de color crema: al contrario que los anteriores casos, si todo funciona correctamente, la bujía debe tener un color próximo al marrón o al color crema.
Si la bujía del coche no esta bien mantenida es cuando el coche comienza a presentar problemas, por lo que se debe considerar cuando las bujías pueden no estar funcionando correctamente:
- El coche da tirones al circular.
- Actividad inestable.
- Dificultad a la hora de arrancar.
- Aumento del consumo de combustible.
- Pérdida de potencia.
Las bujías tienen una duración estimada por los fabricantes que varía según el material de sus electrodos:
Hechas de cobre: lo llevan las bujías de los coches más antiguos. Resisten menos al tiempo por lo que hay que cambiarlas a partir de los 40.000 kilómetros aproximadamente.
Fabricadas en platino o iridio: son las que llevan los coches más modernos. Su material es más duradero por lo que no hay que cambiarlas hasta pasados los 100.000 kilómetros aproximadamente.
Fuente: Ro-des.com , Autobild, Race.es
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