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En Seattle, Estados Unidos, la biblioteca pública situada en la Cuarta Avenida desafía la gravedad. La Oficina de Arquitectura Metropolitana logró resolver los desniveles urbanos mediante una estructura de acero y vidrio que inunda de luz natural sus espacios interiores. El acero brinda resistencia. Esto lo transforma en el material más adecuado para soportar grandes cargas. Pero también se puede moldear en formas y tamaños diversos.
La construcción de la biblioteca ocupa 33,700 metros cuadrados, en los cuales se encuentran oficinas, sala de lectura, espiral de libros, plataforma de reuniones, sala de estar, piso de personal, colección de niños, un auditorio, por otro lado, se tiene un estacionamiento que ocupa un espacio de 4,600 metros cuadrados.
Esta biblioteca tiene el objetivo de almacenar información de varias formas, se buscaba que se tenga acceso a información necesaria de diversos medios y se encuentra equipado con lo necesario para usos específicos.
Es un edificio que consta de 12 plantas, por lo que la opción más viable era utilizar dos sistemas estructurales diferentes, en capas, con un bloque en el centro de hormigón para que proporcione una rigidez estructural. En el primer sistema se requirió de cerchas perimetrales a las plataformas, esto ayuda a los pisos para que soporten las cargas del edificio.
El otro sistema consta de la rejilla de acero en forma de diamante, forma el exoesqueleto del edificio, esta rejilla proporciona un sistema lateral del edificio y ayuda a conectar con las otras cerchas, así mismo se logra un acabado arquitectónico en el interior. Las alfombras están fabricadas con hilos de metal, por ser una opción que facilita la limpieza con agua. Los materiales más utilizados para su construcción son 18.400m3 de hormigón armado, 2.050tn de barras de refuerzo, 4.644tn de acero, en el exterior 9.994 piezas de vidrio, cortina exterior 126.767m2.
Fuente: Archdaily
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