Laminas y Aceros

Las balatas están formadas por una placa de metal, que tiene un tipo de pasta, esta última se va desgastando, poco a poco, por la fricción que se crea al rosar con el disco de la llanta. Cuando pisas el freno, las balatas se presionan sobre el disco de las llantas, contribuyendo al frenado.

Las balatas llamadas semimetálicas tienen una mezcla de metales como acero, hierro o cobre con materiales orgánicos que las hace más rígidas y resistentes a altas temperaturas.

Existen buenos hábitos al manejar que te ayudarán a mantener en excelente estado el sistema de frenado como evitar frenar bruscamente y conducir con suavidad ya que esto reducirá el desgaste de las pastillas y de los neumáticos; también puedes usar el cambio de velocidades para adecuar la marcha y prevenir que los frenos se calienten.

Tienen mayor carga de partículas metálicas y su ventaja es que estabilizan el coeficiente de fricción a altas temperaturas, lo que hace que frenen mejor y más aptas para un uso más intenso que las orgánicas. La desventaja de estas balatas es que son más ruidosas.

Fuente: Revista nitro

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