En la actualidad existen diversas maneras de contribuir al cuidado de nuestro planeta. El área de la construcción también es consciente sobre este tema. Podemos encontrar diversos materiales que van desde la cimentación hasta la decoración. Hoy nos centraremos cuando tu obra ya está terminada y deseas aplicar el color a tus paredes, nos referimos al uso de pintura ecológica.
El uso de este material es el primer paso para lograr una construcción sostenible y amigable con el medioambiente.
Las pinturas ecológicas crean una capa porosa que permite que las paredes transpiren, de manera que el vapor de agua y la humedad son evacuados al exterior y esto evita la formación de condensaciones, mismos que a la larga pueden derivar en descarapelados o agrietados en la pared. Por otro lado, combate también la aparición de hongos y bacterias, garantizando unas paredes más higiénicas y que la pintura dure más en buen estado. Esto crea una atmósfera interior sana y sin humedades, que muchas veces pueden ser causantes de alergias y problemas respiratorios.
Este tipo de material es relativamente nuevo, razón por la cual para algunos todavía es un elemento no conocido. La inversión en este tipo de pintura es alto, pero te aseguramos que vale la pena hacerlo, ya que es perdurable y benéfica en muchos aspectos.
Este material se encuentra hecho de ingredientes de origen vegetal o mineral como resinas, almidones, aceites de linaza o de frutas cítricas y ceras. Carecen de ingredientes o sustancias dañinas como biocida y plastificantes; a diferencia de las pinturas tradicionales que están hechas a base de petróleo. La pintura ecológica se somete a procesos químicos de bajo impacto y que son útiles para su durabilidad, pero no son tan peligrosos como en la pintura convencional. Al igual que las pinturas tradicionales, su tiempo de vida depende mucho de los cuidados que se le den y el entorno en el que se encuentra. Es decir, el sol y el agua de lluvia, son agentes que podrían ir deteriorando el material.
Este tipo de pinturas también ofrecen ventajas adicionales, tales como: no huelen fuerte, son ignífugas (protege contra el fuego) gracias a su composición mineral no desprenden gases tóxicos en caso de incendio; no atraen polvo; no alteran el equilibrio de iones en el aire lo que beneficia el organismo y los colores son más naturales y vivos; y las superficies pintadas con ellas no cargan electricidad estática.
Por estas y otras muchas razones, valora la inversión al momento de decidir por el color para tus paredes, el planeta te lo agradecerá.
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Fuente: ADmagazine