A la construcción que alojaba un taller mecánico y el bar Garaje Hermético, le hicieron unas intervenciones para optimizar su funcionamiento y reducir con su entorno la sencillez y la belleza de la estructura de la azotea. Formada por delgados triángulos estructurales interconectados, fabricados en hormigón con cables de acero.
Fabricado por el estudio de arquitectura de José Selgas y Lucia Cano con la ayuda y colaboración del diseñador Andreu Carulla, que llevaron a cabo la renovación de una vieja bodega industrial, de la década de 1950, convirtiéndola en un restaurante. La climatización se hizo debajo las bancas que forman los ductos cerámicos, el aire sale por unos huecos abiertos irregulares que se encuentran debajo de las mesas de los clientes como si estuvieran echando un insecticida.
Las piezas de cerámicas, fabricadas y moldeadas para crear objetos con perfiles transversales fijos empujando el material, con un sistema de calefacción y refrigeración natural canalizando térmicamente el aire de afuera. En este proyecto se ha tomado en cuenta el impacto medioambiental, controlando el origen de todos los materiales, reutilizando y desechando elementos tóxicos como lo son la espuma de poliuretano, la lana de roca, las pinturas y barnices acrílicos o la silicona.
El bienestar acústico se logró gracias a la instalación de aislante termoacústico de última generación considerado ecológico, panel de lana reciclada y prensada. Con un sistema de reutilización de aguas. Un restaurante independientemente fortalecedor.
Fuente : Arquitecturaviva.com
Otras Fuentes : Laminas y aceros de Yucatán