Cuando trabajamos metales, una preocupación frecuente es el óxido dependiendo del material y a qué elementos estén más expuesto al material es la solución que podremos encontrar.
Una de las opciones más comunes que se suele hacer es:
1. Recubrimiento con algún plástico.
Hay metales en construcción que están continuamente expuestos a la intemperie.
En climas lluviosos es sumamente importante dar una protección extra, en estos casos el recubrimiento plástico puede ser una buena opción.
2. Recubrimientos especiales como zinc.
Algunas láminas de construcción, sobre todo láminas que están pensadas para techos llevan este recubrimiento, es común verlo aplicado en las lámina galvanizada, lámina pintro, entre otras.
Este recubrimiento se logra, gracias a un proceso químico donde se adhiere una capa de zinc al producto, utilizando una corriente eléctrica.
El proceso también se le conoce como zincado. El proceso de zincado y galvanizado son procesos diferentes, siendo el galvanizado el cual tiene una duración mayor.
3. Recubrimiento con pintura
Al recubrir los metales con pintura cuando son nuevos, ayudará a que no se oxiden por muchos años, si el acero ya esta oxidado pintarlo evitará a que no se siga oxidando, la pintura es un buen método para la oxidación
Como vimos hay opciones que nos ayudan a aumentar la durabilidad de los productos de acero como pueden ser laminas, ángulos, ptr, solera, redondo logrando reducción de oxidación y prolongando su vida útil.
Otros links: Laminas y Aceros
Otras fuentes: Ternium