Nuevamente se llevó a cabo el despegue del cohete de acero más grande que se haya lanzado al espacio en toda la historia de la humanidad.
La semana pasada partió el tercer despegue de prueba del famoso cohete Starship fabricado totalmente en acero, en esta ocasión como ha sucedido en las 2 anteriores, SpaceX ha trabajado intensamente en cumplir todos los requisitos establecidos por la FAA (Agencia Federal de Aviación) y realizado mejoras en los equipos que han permitido grandes avances en las etapas de prueba.
Como recordaremos en los 2 vuelos de prueba anteriores, el resultado había sido la destrucción de ambas naves (El propulsor Booster y la nave espacial Starship), aunque pudiéramos creer que fueron un fracaso, fueron lo contrario ya que ejemplifican fielmente la estrategia de innovación constante y prueba y error de la compañía SpaceX que le ha permitido mediante diversas iteraciones, ser tan rápido en diseñar, mejorar y probar nuevas naves espaciales.
En esta ocasión, resultado de las pruebas anteriores y las mejoras que se han realizado en ambas naves se espera que puedan alcanzar sin problema el espacio, realizar la maniobra de desacoplamiento entre el Booster y la Starship, realizar un regreso controlado del Booster, encendido de los motores de Starship, prueba de apertura de la zona de carga de satélites (PEZ), prueba de traslado de combustible entre sus tanques, y la probable re-entrada controlada a la atmósfera en un sitio del mar Indico.
Entre infinidad de mejoras realizadas tanto al Booster, Starship y base de lanzamiento, una que podemos comentar muy relevante es la instalación de “rompeolas” de acero en el tanque de combustible del Booster, que permitió el desacoplamiento en caliente de la nave Starship. Así como reforzamiento con placas de acero y protecciones de acero de la base de lanzamiento.
Les deseamos el mayor de los éxitos a SpaceX ya que sus triunfos abren la puerta a la colonización de la Luna, Marte y otros planetas.
Fuente: Autoría propia
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