Los monos o macacos son conocidos por su peculiar forma de actuar, sobre todo porque su comportamiento es similar al de los humanos. Estos pueden, desde comer como nosotros hasta robar como nosotros. Un caso muy conocido es del círculo criminal de macacos de cola larga que residen en Bali, Indonesia específicamente en el templo Uluwatu, quienes se hicieron famosos por robarle a turistas, residentes y comerciantes. Su estrategia: pedir comida a cambio de recuperar sus pertenencias, las cuales van desde billeteras, celulares, cámaras o accesorios como lentes.
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Una ocasión un mono hizo esperar a una persona 25 minutos para que recuperara su objeto el cual le había robado. Los primates aprenden a canjear y hurtar en sus primeros 4 años de edad, pero también es algo que pasa de generación en generación. Curiosamente en otras zonas de Asia se han vuelto un problema el robo por monos.
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En el centro de Tailandia hay una ciudad llamada Lopburi donde las autoridades ya habían perdido el control a causa de estos animales. Se pasean por toda la ciudad en busca de alimento y objetos que puedan hurtar. Lo más extremo de esta situación es que los habitantes deben permanecer en sus casas con ventanas y puertas completamente cerradas debido a que estos animales se pueden meter sin previo aviso.
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A raíz de obtener sus alimentos de esta forma se vuelven agresivos. Debido a esto las autoridades en cierto momento colocaron jaulas con comida o frutas que atraían a los monos para capturarlos y así, poder llevarlos a veterinarias donde previamente fueron esterilizados. Se redujeron los casos extremos de robo, pero, los tailandeses aún reportan algún incidente de vez en cuando.
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