El acero inoxidable al colorearlo ofrece más ventajas que otros materiales como son el plástico o hasta el aluminio anodizado, de igual manera ofrece una vista impresionante, con un acabado de calidad, resistente al calor, a la luz, a la abrasión y lo más importante a la corrosión, por lo que brinda mayor durabilidad y rendimiento de dicho material, por otro lado, cuenta con una vida útil prolongada por la aplicación de coloreado.
Es un proceso que fue desarrollado a finales del año 60, para lograr teñir superficies lisas de acero inoxidable, la finalidad era lograr un acabado colorido y así mismo proteger por más tiempo el material, el color cambia debido a la interferencia de los reflejos de la parte superior de la capa y el metal debajo de ella, lo que se buscaba es lograr colores como bronce, azul, negro, gris, dorado, púrpura y verde a medida que la película o capa fue aumentando de grosor.
Este tipo de coloreado se utilizaba en el austenítico 304 pero existe la desventaja de que podían presentarse ligeras variaciones de color, con el paso del tiempo se fue realizando una mejora en el proceso logrando ya la aplicación de dos etapas, esta consistía en un tratamiento electroquímico que proporcionaba mayor resistencia a la abrasión y a base de ello ya se podía aplicar en el 316.
La existencia de esta técnica de coloreado se empezó a utilizar para lograr esculturas de diferentes diseños, colores y presentaciones, también se puede encontrar en la actualidad en fachadas de edificios, obras de arte, y es elegido por las personas porque no se desvanece con la exposición a los rayos UV, al igual que ofrece durabilidad y excelente estética.
Fuente: IMINOX
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