¿En algún momento te ha tocado meter la pata y has puesto dentro del microondas algo metálico por no saberlo utilizar? ¿o has sido de los afortunados que alguien te dijo que los metales nunca van adentro?
Si respondiste que sí a la primera pregunta seguramente alcanzaste a ver chispas o un pequeño relámpago dentro cuando pusiste a calentar tus alimentos con todo y metal. Pero ¿por qué el metal y el microondas tienen una muy complicada relación? en el siguiente contenido te explicaremos por qué nunca debes de poner metales en el microondas.
¿Cómo funcionan los microondas?
De manera técnica se puede decir que los microondas calientan haciendo que las moléculas sueltas de los alimentos giren, creando energía a partir de la fricción, que se convierte en calor. Este calor se distribuye uniformemente por convección. Las microondas (hablando de radiación) se sitúan entre las categorías de ondas de radio e infrarrojas. Estas ondas son absorbidas por la mayoría de los alimentos, lo que permite calentarlos en cuestión de segundos.
¿Qué ocurre cuando se mete metal en el microondas?
Las microondas que calientan los alimentos son absorbidas mayormente por la grasa, el azúcar y el agua, y no tanto por materiales neutros como el plástico, la cerámica o el vidrio. En cambio, el metal es completamente lo contrario, cuando pones metal en el horno, refleja las ondas, igual que refleja la luz.
Las microondas no pueden penetrar la densa nube de electrones del metal, por lo que estos electrones se cargan y se forman corrientes eléctricas en la superficie que se liberan en forma de chispas.
Sin embargo, hay unos pocos casos en los que meter metal en el microondas está bien, por ejemplo, el metal en la propia pared del horno de microondas, su función es mantener las ondas dentro del horno.
Otra manera en la que meter metal dentro del microondas no está tan mal es en trozo fino de hojalata o acero que quede plano en el microondas y no toque los lados de éste puede no provocar chispas. Aun así, es importante vigilarlo y no dejar que se cocine durante demasiado tiempo.
Podríamos concluir con el hecho de que, si se pueda o no meter metal en el microondas no depende tanto del tipo de metal, sino de su forma y superficie.
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Fuente: Solococinar