Básicamente en la vida surgen demasiados pensamientos los cuales dan como resultado un prejuicio acerca de algo o de alguien en especial, dependiendo la situación. Sea algo bueno o malo, al final cuenta mucho en la relación que se tiene con esa persona. ¿Pero sabes qué es un prejuicio?, te lo explico.
Un prejuicio es una idea u opinión preconcebida (y generalmente negativa) respecto de algo o alguien, es decir, un juicio formado antes de tener la oportunidad de experimentar la realidad directamente. Quienes son dados a este tipo de opiniones o puntos de vista, son llamados prejuiciosos.
Los prejuicios se desprenden de la necesidad de anticiparse a la realidad para responder rápidamente, un mecanismo natural del pensamiento del ser humano. Es decir que forma parte de los mecanismos de defensa de nuestra mente primitiva, cuyo sentido es protegernos de posibles peligros en base al conocimiento previo.
Son típicos caso de prejuicio:
- El racismo. Esto es, la valoración positiva y negativa de ciertas razas, en lugar de las personas individuales según sus acciones y conductas.
- La xenofobia. Es decir, los sentimientos de aversión y desconfianza hacia lo extranjero o lo perteneciente a otras culturas, sin que haya razón alguna más que, posiblemente, la inseguridad o la compensación de una baja autoestima a través de discursos nacionalistas.
- La homofobia. Lo cual significa el desprecio y la aversión por las personas homosexuales, encajonándolas en un perfil predeterminado en lugar de tenerlas por individualidades.
Si los prejuicios se pueden aprender, también se pueden desaprender. Sean los prejuicios buenos o negativos no cabe duda que nos hacen mantener un juicio no real acerca de las personas que pertenecen a un grupo, o que comparten ciertos rasgos. Los prejuicios negativos son más dañinos porque correlacionan con el rechazo y la exclusión.
Fuentes: Blanca psicólogos
Otras fuentes: Laminas y aceros