Es un edificio cuyo objetivo es alquilarlo y sea de diferentes usos. El exterior fue diseñado para resaltar la versatilidad de los ladrillos y el interior quien lo use podrá diseñarlo a su gusto. Las aletas verticales y el jaali de ladrillo en el frente ayudan a moderar el microclima hasta cierto punto y a mantener el sol fuera.
Para realzar la fachada se basaron en un carácter tradicional indio pero con un efecto moderno. Cuenta con balcones que pueden usarse como espacios de desbordamiento.
Podemos observar un juego de colores que hacen contraste entre el blanco y el gris, el negro del metal aporta resistencia, así como que toda la fachada está dividida en segmentos verticales que se convierten en miradores.
Los alrededores del edificio forman parte del crecimiento de la zona, por lo que para los diseñadores fue un reto crear un edificio memorable.
Los ángulos del edificio imparten una danza de luz y sombras que se pueden disfrutar durante el día. La entrada se alinea de forma vertical y su gran anchura también actúa como una doble pared que protege del calor. Sin dudar, una construcción con personalidad propia.
Fuente: Amazing Architecture
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