En la actualidad con la globalización, la geolocalización y las imágenes satelitales de todo el mundo disponibles es difícil pensar que aun existan lugares en los que la “civilización” y cultura moderna aún no hayan llegado.
En esta ocasión hablaremos de una tribu cuyo aislamiento de la civilización moderna es tanta que aún no conocen la agricultura y aún cazan y recolectan con herramientas rudimentarias, además son altamente agresivos ante cualquier acercamiento exterior.
¿Quiénes son?
La tribu Sentinel, llamada así por el nombre que se le dio a la isla en la que habitan es una tribu de la que se sabe muy poco, si bien se conoce de su existencia desde 1867 año en el que Jeremiah Jomfray la descubrió mientras peinaba el área norte de los archipiélagos Andamán y Nicobar, (Colonia británica penitenciaria en aquellos días) en busca de convictos fugitivos, los nativos andamaneses con los que iba en la pequeña embarcación entraron en pánico pues conocían a los habitantes de la isla por ser altamente agresivos por lo que se desviaron aunque si lograron avistar a los habitantes.
Algo muy importante que ha quedado por escrito por los pocos que han visto de cerca la isla es que los habitantes de la isla Sentinel son extremadamente altos, siendo cercano a una media de 1.80 metros de altura, esto en combinación con demás características hacen sospechar a los historiadores que los individuos de esta civilización pueden ser descendientes directos de las primeras tribus que abandonaron África hace ya más de 60,000 años.
En cuanto a la tribu se sabe muy poco acerca de sus hábitos y de su cultura debido a que la isla en la que se encuentran está cubierta por una densa vegetación, misma que hace imposible observar algún asentamiento desde el aire, razón por la cual tampoco se sabe cuántos son.
¿Por qué se conoce tan poco sobre ellos?
Si bien se ha tratado de hacer contacto en repetidas ocasiones con los habitantes de la isla, muy poco es lo que se ha logrado, pues, debido a su aislamiento de todo el mundo la tribu es una de las más amenazadas por todo lo que podamos llevar con nosotros ya que no poseen anticuerpos para enfermedades comunes en la actualidad, es decir, hasta una gripe común de hoy en día podría matarlos y diezmar su población. Es por esto que el gobierno Indio ha declarado su isla como protegida por lo que no se puede acercar ni sobrevolarla a menos de una distancia marcada de 5 kilómetros a la redonda.
Una civilización perdida en el tiempo
Por lo poco que se sabe de ellos y lo que se ha llegado a observar, los Sentinelenses hablan una lengua ininteligible en la actualidad, aún cazan y recolectan con herramientas rudimentarias como arcos primitivos y lanzas, mismas con las que atacarán a cualquiera que se acerque lo suficiente.
En 1991 se llevó a cabo la primera y última visita pacífica a la isla por unos antropólogos indios, esto se logró gracias a que se les ofrecieron cocos como ofrenda sin embargo sólo pudieron acercarse y entregar los cocos sin tocar tierra, durante esta expedición se observó el uso de metal en sus flechas y lanzas que posiblemente extrajeron del naufragio de un carguero llamado Primrose que en 1981 quedó varado en los arrecifes de la isla, por lo que se cree que históricamente hablando fue en aquellos años que pasaron de la era de la piedra a la era del hierro.
Una civilización en peligro
A pesar de su aislamiento del mundo moderno, no están exentos de experimentar los estragos del cambio climático y de la fuerza de la naturaleza, pues, luego del terremoto de 8.9 grados en la escala de Richter que provocó el tsunami del sudeste asiático en 2004, gran parte de los arrecifes que rodean la isla y de la que dependen para alimentarse fueron afectados y es muy probable que estén muriendo, hasta la fecha se lleva a cabo una observación atenta al desarrollo de esta situación sin embargo las proyecciones no son muy alentadoras.
Fuente: El mundo
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