La biblioteca fue diseñada por el arquitecto mexicano Ricardo Legorreta y se completó en 1989. Sus audaces formas geométricas y colores brillantes la hacen sobresalir en el complejo, que incluye museos, galerías y un teatro. La biblioteca lleva el nombre de Antonio Castro Leal, un historiador y escritor mexicano que se desempeñó como director de la Biblioteca Nacional de 1949 a 1977.
El interior de la biblioteca es tan impresionante como su exterior. El diseño de planta abierta permite que la luz natural inunde el espacio, creando un ambiente cálido y acogedor. Las colecciones de la biblioteca incluyen más de 130.000 volúmenes, incluidos manuscritos raros, mapas y fotografías.
Pero el verdadero tesoro de la biblioteca es su compromiso de promover la lectura y la alfabetización. La biblioteca organiza eventos y talleres regulares, y sus programas llegan a las comunidades desatendidas para fomentar la lectura y el aprendizaje.
La Ciudadela misma ha sido apodada "La Ciudad de los Libros", y es fácil ver por qué. El complejo es un verdadero paraíso para los bibliófilos, con docenas de librerías y puestos que venden de todo, desde nuevos lanzamientos hasta títulos antiguos. La Biblioteca Antonio Castro Leal es la joya de la corona de este paraíso literario y un destino de visita obligada para cualquier persona interesada en la arquitectura, la historia y, por supuesto, los libros.
El proyecto tiene un área de gran transparencia en donde la claridad conceptual se aprecia en la elección de los materiales: acero inoxidable, cristal y madera. Acero inoxidable para los barandales, tensores y mobiliario; vidrio traslúcido usado como piso en los pasillos, escalones y en los muebles; madera oscura para los libreros y madera clara para los pisos. Además del toque de iluminación led y el color blanco para el mobiliario. Las mesas y sillones fueron diseñados especialmente para este espacio, utilizando el color blanco, el cristal y el acero inoxidable.
Fuente: Alrededoresciudaddela, Archdaily
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