Desde la invención del automóvil, los materiales de las carrocerías que van desde acero, hierro y otros metales hasta plásticos, materiales compuestos e incluso madera se han movido para su posicionamiento como el material estructural principal del vehículo.
Recientemente, el aluminio ha aparecido cada vez más en las noticias de la industria automotriz, posicionándose como el material de elección para los vehículos avanzados en la próxima generación, desde eléctricos hasta camionetas.
Actualemente las selección de materiales se está volviendo cada vez más una consideración para los compradores de autómoviles y los constructores por igual, entonces surge la pregunta: ¿Qué material es realmente mejor?.
Lucha por el peso ligero. ¿Es el aluminio más ligero?
La industria del aluminio dice que sí, señalando a fabricantes de automóviles como Tesla y Ford, que eligen cuerpos de aluminio para traducir el ahorro de peso a la capacidad de la batería o de la carga útil. Sin embargo la resistencia a la tracción del acero es de hasta cuatro veces más fuerte que las aleaciones de aluminio, de las más fuertes disponibles en la actualidad.
Esta diferencia de resistencia a la tracción significa que las piezas de aluminio necesitan aumentar el espesor para cumplir con los estándares de seguridad, mientras que el acero de alta resistencia se puede adelgazar, reduciendo el peso.
Como regla general, los fabricantes de automóviles destacan en gran medida que el costo de los materiales de aluminio es de dos a tres veces más caros por kilogramo que el acero.
Declaramos este punto como un empate.
Lucha por seguridad
Los vehículos de cuerpo de aluminio son más seguros que sus contrapartes de acero gracias a una mejor absorción de energía, zonas de choque más grandes que se pliegan de forma más predecible y un tamaño total más grande.
Punto para el aluminio.
Lucha por la sustentabilidad
El acero tiene la ventaja de ser el material más reciclado del mundo. El proceso de reciclaje del acero es más simple también: su propiedad ferrosa permite una fácil clasificación de la chatarra y todas las aleaciones de acero se pueden fundir juntas y mezclar para producir cualquier aleación de acero. El aluminio, por otro lado, es más costoso de reciclar, requiriendo que los diferentes grados se separen antes de fundirse para preservar los grados.
Punto para el acero.
Lucha por la trabajabilidad
Si bien algunos grados de acero pueden ser un reto para trabajar, el acero es ampliamente conocido por su mayor rendimiento y ductilidad que las aleaciones de aluminio. Un ejemplo fácil: El diseño del cuerpo de Cadillac, no sería posible con aluminio, debido a la menor ductilidad del material. El aluminio tiene un alargamiento menor, lo que es una indicación de la formabilidad.
Punto para el acero.
Conclusión
Los fabricantes de automóviles están en dos vías de desarrollo, por un lado con pautas de eficiencia que presionan para que los vehículos sean más livianos y por otro pautas de seguridad para vehículos más fuertes, rígidos y más grandes. Esto podría explicar el reciente impulso al aluminio, que puede cumplir estos requisitos, pero también ha encendido un fuego en la industria del acero para crear aleaciones que puedan competir y superar a los demás materiales.
Pero cuando se trata de la cuestión de si alguna vez se desmantelará el acero como el rey de los materiales de carrocería está claro que por el momento no.
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