Las campanas extractoras están fabricadas con acero, en su mayoría utilizan acero inoxidable para su elaboración, para una mayor durabilidad, al igual que es un material fácil de limpiar. Sin embargo, al estar expuesto a una cocina puede resultar un poco más difícil por la grasa que se llega a adherir a la campana.
Es muy importante que después de un determinado tiempo se realice un mantenimiento de limpieza para seguir conservando en buenas condiciones los extractores, en caso de requerir un mantenimiento mayor, se puede realizar la sustitución de la pieza.
Es necesario tener los materiales como son el desengrasante líquido de tu preferencia, agua caliente, vinagre, bicarbonato de sodio y paños de microfibra, cepillos de nailon, esponjas y fibras de acero inoxidable. Para una mejor limpieza se recomienda desmontar la pieza, y proceder a limpiarlo. También se recomienda utilizar el equipo adecuado de protección para poder realizar esta actividad.
En algunos casos pueden pensar que no tiene gran importancia descuidar la campana extractora, pero si se queda sucia puede que ya no realice su función, para la que está diseñada que es la disminución de humos y olores resultantes de los alimentos. Cuando la campana de acero inoxidable se llena de grasa puede dar una vista negativa como la falta de higiene, por lo que es una pieza clave en las cocinas y no se debe descuidar.
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Fuente: Directo al paladar, Iminox.org
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