Las personas consumen parte de nuestras energías y no siempre las relaciones sociales son positivas, es decir no siempre aportan realismo. En ocasiones por incomodidad no establecemos un alto a los famosos chismes y críticas que una persona nos comparte, ¿Por qué? No queremos vernos groseros, sin embargo, establecer límites será grosero para quienes no se los establecen así mismos.
Establece límites: Si una persona está pasando por un mal momento, es normal darles apoyo, pero poner una barrera clara y definida, evitará que tomes personal la situación que la persona tenga.
Conserva relaciones saludables: Involucrar todos los problemas de los demás en nuestras platicas o pensamientos afectan de forma negativa. Esto ocasiona que sobre pensemos y no permitamos tener paz interna. Como consejo, aunque suene cruel para algunos, mantén a la distancia amistades que siempre tengan problemas.
Enfócate en tus objetivos: Permanecer enfocados en nosotros evitará tener a los problemas demás siempre en nuestra vida. Dedica tiempo a tus necesidades y sobre todo trabaja en ti.
Evita intervenir en los problemas ajenos: Sé una persona que no se encuentre en todos los problemas, ayuda a que las personas resuelvan sus problemas, así como tú resuelves los tuyos. Sé empático, pero no absorbas la situación.
Por último, conserva siempre lo bueno de las personas, ayuda y comparte momentos felices, pero no te involucres demasiado en problemas ajenos que no puedes resolver.
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