Ephorbia Milii, conocida como corona de cristo o corona de espinas, planta que sobrevive a lugares muy cálidos y son las más utilizadas en la jardinería en todo el mundo.
Su resistencia y belleza, son los dos aspectos fundamentales de su popularidad. Esta especie, es capaz de mantenerse florecida durante todo el año e incluso extenderse y dividirse bastante.
Estas plantas crecen sin problemas en interiores iluminados pero su preferencia es el cultivo a pleno sol (incluso el del verano). Existe la posibilidad de que si se cultiva en lugares húmedos y luego se traslada hacia lugares soleados, puede ocurrir que sus hojas se marchiten; luego de una semana la planta tolerará el sol a su máximo resplendor. La luz solar directa es muy importante en la floración; es decir, que mientras más reciba los rayos del sol, más florecerá.
Es necesario que el paso del agua sea perfecto para que no se estanque en un sólo lugar, ya que esto puede dañar la raíz de la planta. Esta especie tolera numerosos tipos de químicos siempre y cuando, este no se mantenga húmedo durante mucho tiempo.
Regar siempre que la tierra esté completamente seca. Esta especie se caracteriza por su alta resistencia a la sequía donde puede sobrevivir meses sin agua. Los riegos deben ser profundos y preferiblemente con agua de lluvia. Esta planta no necesita abono.
Es muy resistente a las enfermedades y a el ataque de plagas. Puede que aparezcan algunas cochinillas en el envés* de las hojas pero es bastante raro. La única patología de preocupación que puede aparecer en el cultivo es la pudrición por exceso de humedad como mencionábamos con anterioridad. El látex tóxico presente en el interior de los tallos y las espinas son escudos protectores contra las plagas y los animales herbívoros.
Es muy importante saber que esta planta contiene látex y es muy tóxico, puede provocar irritaciones en la piel, en la mucosa y una ceguera temporal si entra en contacto con los ojos.
Envés*: Cara inferior de la hoja, opuesta al haz.
Link: Láminas y aceros
Fuente: Plantas del jardín