Referirnos al cambio climático es considerar de todas las alteraciones a mediano y largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Los mismos pueden ser naturales, tales como las variaciones del ciclo solar. Sin embargo a partir del el siglo XIX, se registran las actividades humanas como el principal motor del cambio climático, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas. Estos a su vez generan emisiones de gases de efecto invernadero que actúan como una manta que envuelve a la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas. Desde los años 1900, el aumento de gases de efecto invernadero generados por los humanos han generado el aumento de sequías a nivel mundial.
Hoy día en diversas partes del mundo estamos viviendo y sintiendo el calor a temperaturas antes no percibidas; en algunos casos dichas olas de altas gamas pueden llegar a producir la muerte en diferentes seres. Según los estudiosos del tema, la temporada de olas de calor en el hemisferio norte se ha adelantado y ya están causando estragos. El cambio climático está produciendo olas de calor más largas, cálidas, y peligrosas; causando el aumento de todo tipo de fenómenos climatológicos extremos.
El calor nos afecta a todos por igual, animales, plantas, humanos; sin embargo, hay grupos más vulnerables, las personas mayores, sobre todo aquellas que padecen enfermedades crónicas. Además, la exposición prolongada al calor puede provocar mareo, dolor de cabeza, vómitos, sensación de cansancio y decaimiento.
Estos síntomas son leves, y en general se puede tratar con descanso, un ambiente fresco e hidratación. Pero cuando llegamos al golpe de calor, la cosa se vuelve más seria y se requiere asistencia médica de inmediato. El calor extremo puede causar deshidratación severa, accidentes cerebrovasculares y contribuir a la generación de coágulos.
Se pueden realizar algunas medidas para contrarrestar éstos efectos. Evitar la exposición al sol, beber mucha agua y asegurar una buena hidratación, no realizar actividades al aire libre en las horas de máximo calor, son sólo algunos de los consejos y recomendaciones a seguir durante episodios de intenso calor.
Como seres vivientes de este planeta debemos prestar especial atención a este fenónemo, es un deber el preservar nuestro lugar habitable para que las generaciones actuales y futuras puedan disfrutar de un ambiente placentero de coexistencia.
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Fuente: National Geographic