Existen varios espacios que no tienen uso en el centro histórico de Quito Ecuador, que son viviendas particulares que poseen regulaciones para su intervención, pero los propietarios, por medio de la autoconstrucción, realizan divisiones que dejan espacios sin utilizar. Por lo que se consiguió uno de 28 metros cuadrados que se quería adaptar como vivienda para una o 2 personas y dividirlo por medio de un muro de madera pero que esta pegada al muro de la vivienda que esta junto a una habitación de 5 metros cuadrados.
Muchas viviendas del centro histórico están iguales por su tamaño y el correr del tiempo todos los habitantes realizan divisiones que a veces ciertos espacios se dejan de utilizar. Para no afectar a la estructura de ladrillo formado por una masa de tierra secada al sol, se propuso construir una cocina, baño, escaleras con un espacio de almacenamiento; con estructura metálica, que sea resistente, ligera y fácil de montar.
Para hacer la construcción de esta vivienda se tuvieron que utilizar tubos estructurales metálicos el desafío era la forma de unirlos y cerrarlos. Por lo que se utilizaron pernos para unirlos, se tardaron una semana en unir la estructura pues no se utilizó soldadura. La superficie está conformada por duelas, y son los que soportan los estantes de cocina, escalones, descanso de la escalera y el piso del closet, para cerrar el baño se utilizó vidrio, policarbonato y puertas de madera.
Para construir se pensó en meter las manos, y así ver el grado de dificultad que tiene el armado, también enfrentarnos a los problemas que van apareciendo, se quiere que sea rápido y fácil de montar. Para esto se planifico un encuentro de construcción con mujeres, para fomentar procesos de auto organización. Se abrió un espacio de construcción feminista para que les permita ser más autónomas y que experimenten los roles de género asignados en la construcción.
Fuente: Arquitectura Panamericana
Otras Fuentes: Laminas y aceros de Yucatán