Uno de los principales problemas de mantenimiento de materiales en las zonas costeras y en sectores como el industrial y el náutico, es la oxidación y la corrosión de los materiales. Esto es debido a que el acero tienen un sinfín de usos. Es por ello que, al mencionar oxidación y corrosión, es hablar de dos procesos que generan desperfectos en los elementos que están constituidos por metal y, por lo tanto, reducen su resistencia y durabilidad y, lo que es más grave, esto puede llegar a poner en riesgo la vida de las personas.
- Oxidación
La oxidación se genera cuando el metal entra en contacto con el oxígeno, generando una reacción en la superficie, provocando manchas de color marrón, rojizo o naranja, aunque pueden variar según la producción y los componentes químicos. La oxidación se genera por las condiciones climatológicas, y este proceso no suele deteriorar la resistencia, ni su seguridad o funcionalidad y, hasta en algunos casos, cuando el óxido se adhiere al acero, puede hasta mejorar la adherencia.
- Corrosión
La corrosión es una reacción química, en la cual el metal entra en deterioro al estar expuesto al medio ambiente. Y además, durante este proceso, el metal pierde propiedades mecánicas y sus características. Es decir, a mayor corrosión, mayor deterioro. La corrosión es un gran problema en la industria, pues las piezas tienden a romperse y si no se protegen, pueden provocar accidentes graves.
En resumen, la principal diferencia entre la oxidación y la corrosión, es que la oxidación se produce por el aire, el agua o determinados minerales, mientras que la corrosión es el resultado del deterioro del material. Lo positivo de la oxidación, es que no afecta al metal en profundidad, así puede eliminarse puliendo o lijando la superficie sin dañar el resto del material, mientras que con la corrosión la única alternativa es la sustitución del material afectado.
También te puede interesar: Reducción de oxidación en metales
Fuente: FerrosTexar
Otros links: Láminas y aceros