Muy pocas personas tienen reptiles de mascotas, pero hay algunas personas que tienen reptiles de igual manera se tienen en cautiverios, por que para ello se requieren jaulas.
Sabemos que los reptiles deben vivir en su hábitat natural, o en algún caso que se tenga que rescatar o resguardar a alguno para su cuidado temporalmente antes de devolverlo a su hábitat.
Si tienes en mente a adoptar a un reptil de forma provisional (como una iguana o una serpiente) tendrás que tenerlo en un hogar cómodo y seguro. Seguro que puedes encontrar una jaula que se adapte a sus necesidades en cualquier tienda de animales. Sin embargo, tal vez desees hacerla tú mismo, será más económico y estarás haciéndole un hogar adaptado a sus necesidades, antes de realizarla debemos saber el comportamiento del reptil antes de construirle una jaula.
1. Empecemos con su comportamiento... ¿Tu reptil necesita agua o luz? ¿Va a crecer demasiado? Son preguntas que tendrás que hacerte antes de ponerte manos a la obra. Además, su jaula tendrá que parecerse a su hábitat natural tanto como sea posible.
Asimismo, debes tener en cuenta que algunos reptiles (como las tortugas, las ranas y algunas serpientes) necesitan agua dentro del tanque. También debes tener en cuenta que algunos reptiles comen insectos, grillos y ratones, por lo que podrían escaparse de la jaula si los barras están muy separados.
2. Elige los materiales de la jaula. Los materiales que elijas dependerán tanto del presupuesto como de las necesidades de tu reptil. Así, las jaulas suelen construirse con mallas de alambre, plástico, madera o vidrio. Las jaulas de plástico son más caras, aunque duran más y suelen retener bastante bien el calor otras opciones son la madera o las tablas precortadas.
Una opción es hacer las paredes pueden ser de vidrio, madera, termoplástico transparente o malla de alambre revestida. Por supuesto, si tienes materiales en casa que pueden servirte (como una pecera que ya no ocupes o una cómoda vieja) podrás darle un nuevo uso transformándolo en una jaula.
3. Elige el tamaño adecuado. Es fundamental que el reptil tenga espacio suficiente para moverse por la jaula. También debe tener suficiente espacio para la iluminación, calefacción y materiales necesarios (como ramas y plantas artificiales).
Los reptiles medianos, como las pitones, necesitan una jaula que tenga al menos dos veces la longitud de tu serpiente. Asimismo, los reptiles grandes (como las iguanas y tortugas) requieren de una jaula tan grande como sea posible.
4. Construyendo la jaula. Una vez que tengas las medidas y el material que utilizarás para hacerla. Tendrás que fijar las paredes de la jaula con silicón, clavos o tornillos. También es fundamental que dejes ventilación en la jaula. Además, de acuerdo al diseño que vayas a realizar puedes colocar una puerta y aplicar bisagras a los marcos. Recuerda que las puertas siempre deben abrirse hacia los lados o hacia abajo. Si tienes que levantar la puerta con una mano te resultará más complicado limpiar la jaula o cuidar del animal. Por último lija las zonas ásperas de la jaula o los bordes afilados.
Cuando hayas acabado la jaula para tu reptil, recuerda revisar detalladamente, también es importante que selles la parte interior de la jaula para que en caso de que pongas agua, el sustrato y los excrementos no se filtren.
En lo siguiente podrás ver los diferentes tipos de mallas.
Otros links: Láminas y Aceros
Fuente: Muy Interesante